Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 12 de febrero de 2020

El almendro es un árbol místico


El almendro es un árbol místico, ya que es el primero que florece, cuando aún no ha llegado la primavera, y (cosa rara en la naturaleza) echa las flores antes que las hojas. Por eso los poetas han hablado mucho de él. A veces las heladas tardías echan a perder sus brotes, por lo que la sabiduría popular dice:

"Caro le sale al almendro 
hacer verano del invierno". 

También hay una coplilla popular que canta:

"Fueron mis esperanzas 
como el almendro: 
florecieron temprano, 
cayeron presto".

Los almendros, sus flores y sus frutos están muy presentes en la cultura y mitología griegas. De hecho, de Agdistis creció un almendro que fecundó a Sangario, de la que nació Atis. Sobre el cadáver de una de las hijas del famoso rey Midas también nació un almendro. Atenea también metarfoseó el cuerpo de Fílide en un almendro y cuando su amado Acamante regresó de la guerra de Troya, al acariciar el almendro, floreció.

También tuvieron su importancia en la tradición judía: Jacob mandó almendras a José, que se encontraba en Egipto (Gén 43,11), la vara de Aarón era de almendro y floreció para indicar que Dios estaba con él (Núm 17,23), el candelabro de oro que ardía en el santuario (la menorá) tenía copas sobre las que se encendían las lámparas, labradas “como flores de almendro” (Éx 25, 31ss; 37,17ss). Pero el relato más importante es el de la vocación de Jeremías, en el que Dios mismo se compara a un almendro que "vigila" (Jer 1,11-12).

Una tradición dice que un sultán de Granada, que se había casado con una princesa del norte de España, sembró de almendros los alrededores de la Alhambra para que su esposa pudiera ver algo parecido a la nieve, que echaba de menos en Andalucía. Y es que, cuando el viento hace caer los pétalos de las flores de los almendros, parece que está nevando y el suelo se cubre de blanco y rosa.

Recordemos que «almendro» se dice «shaqed» en hebreo (palabra que significa 'vigilante'), porque es el primer árbol que florece durante el invierno, incluso antes de que broten sus hojas, anunciando que la primavera no está lejos.

En el cristianismo primitivo, la almendra representa a Cristo, ya que su naturaleza divina está escondida dentro de su "cáscara" humana, por lo que es muy común representar a Cristo en la gloria dentro de una "mandorla" (que significa almendra en italiano).

Hemos recogido poemas y otros textos referidos a los almendros en las siguientes entradas, que se pueden consulatr haciendo un click sobre los títulos:

- Y el almendro floreció. Con textos de Nikos Kazantzakis y un poema andalusí del s. XI.

- Las aladas almas de las rosas del almendro de nata. Poemas de Miguel Hernández y Gabriela Mistral.

- Poema de María Ángeles Gómez Pascual. Si ya floreció el almendro / y ya verdean los campos, / ¿a qué estamos esperando?...

Y floreció el almendro. Muerte de santa Teresa de Jesús. Aunque santa Teresa falleció en octubre, el almendro del patio del convento floreció. Algo extraño, ya que no lo hace hasta enero-febrero.

¿Qué ves en la noche, dinos centinela? Precioso himno de la liturgia de las horas que presenta a Dios como un almendro, que puede sacar vida incluso de la muerte y que vigila siempre para cuidar de sus hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario