Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 29 de julio de 2021

Santa Marta y el dragón (la "tarasca")


Con motivo de la fiesta de santa Marta de Betania, les hablaré de una realidad curiosa muy presente en el folklore popular: la "tarasca" o el "tarascón" de santa Marta.

Una leyenda medieval cuenta que los santos hermanos Lázaro, Marta y María se fueron a vivir a la Provenza francesa después de la resurrección del Señor y que fueron los evangelizadores de la zona.

Entre otras cosas fantásticas, cuenta la leyenda que en el término de Tarascón había un dragón que aterrorizaba a la ciudad. Además de echar fuego por la boca, tenía seis patas, cuerpo de oso con caparazón de tortuga a las espaldas y cola terminada en aguijón venenoso.

Santa Marta lo venció derramando agua bendita sobre él, lo encadenó y lo convirtió en un animal de compañía. Por eso se la representa muchas veces con un calderillo y un hisopo en las manos y con un dragón a sus pies.

El "tarascón" o la "tarasca" (el dragón de santa Marta) fue un personaje muy popular en el folklore antiguo y lo encontramos presente en muchas representaciones artísticas, como símbolo del mal, siendo parte integrante de muchas procesiones (especialmente el día del Corpus Christi) y fiestas populares hasta el presente.

Veamos algunas tarascas que aún hoy siguen desfilando en distintas procesiones el día del Corpus:


La primera es de la ciudad de Granada y, con motivo de la pandemia, no va pisada por santa Marta, sino por una sanitaria con mascarilla.


Esta de Zamora es cabalgada por una imagen de la fe, con un cáliz en una mano y un estandarte que se clava en la boca del animal en la otra.







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