Como homenaje a los fundadores del grupo Brotes de Olivo, varios artistas católicos se han unido para interpretar este bello canto de su repertorio. Invita a buscar la unidad de todos los cristianos y de todos los hombres.
Que todos sonriamos juntos; todos nos sintamos uno;
todos andando senderos, llanos y desfiladeros;
todos en el mismo barco, con los gozos y fracasos.
Así, ¡qué feliz!...
Tu alegría, mi alegría; tu amargura, mi amargura;
tu pobreza, mi pobreza; tu riqueza, mi riqueza;
tu camino, mi camino; tu destino mi destino,
he de sentir...
En mi alma siento (que) esa es la felicidad.
Pierdo hasta el aliento al pensar lo que será.
Ven sabor a mí, no huyas de mí,
hasta no sentirte, no seré feliz.
Que tú seas de mí, que yo sea de ti,
que todos vivamos siempre así.
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