Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 8 de enero de 2022

San Pedro Tomás, o. carm. Presentación y oraciones de la misa


San Pedro Tomás nació hacia el año 1305, en una pequeña aldea al sur de Francia. A los 20 años ingresó en la Orden del Carmen. Fue muy apreciado por sus contemporáneos como predicador y confesor. Fue cofundador de la facultad de teología de la universidad de Bolonia. Fue elegido procurador general de la Orden ante la curia pontificia de Aviñón. Por su elocuencia, le pidieron que predicara en el funeral del papa Clemente VI.

Elevado al episcopado, desempeñó funciones de legado pontificio para la pacificación de los príncipes cristianos y para promover la unión de los cristianos ortodoxos con la Iglesia católica. Fue legado papal en negociaciones con Génova, Milán y Venecia; también en Serbia y Hungría; representó al papa en Milán, en la ceremonia de coronación del emperador Carlos IV como rey de Italia. Más tarde fue enviado al mando de sendas expediciones a Constantinopla y Alejandría.

Dos años antes de su muerte, fue nombrado patriarca latino de Constantinopla. Murió en Famagusta (Chipre), en 1366. Se trata de una gran figura europeísta del siglo XIV.

Oración colecta. Señor Dios nuestro, que infundiste en tu obispo san Pedro Tomás la fuerza de tu Espíritu para promover la paz y la unidad de los cristianos; concédenos que, por su intercesión, guardemos íntegro el don de la fe y busquemos el vínculo de la paz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las ofrendas. Señor, infunde en nosotros el espíritu de tu caridad y, por la eficacia de este sacrificio, concédenos los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración después de la comunión. Por la eficacia de este sacramento, confirma, Señor, a tu pueblo en la paz y en la unidad, por las que san Pedro Tomás incansablemente trabajó y entregó su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Una antigua tradición cuenta que en 1351, mientras la peste negra asolaba la ciudad de Aviñón y el resto de Europa, san Pedro Tomás lloraba por el estado de la Orden y de la Iglesia. Entonces se le apareció la Virgen María y le consoló, revelándole que la Orden del Carmen duraría hasta el fin del mundo, porque así se lo había pedido el profeta Elías a Cristo en el momento de la transfiguración y este se lo había concedido. Es la escena que recoge este cuadro.

Se le suele representar con una palma que tiene tres coronas: por virgen, doctor y mártir.

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