El beato Ángel Paoli nació en Argigliano (Italia), en 1642. Con 18 años se hizo carmelita y se formó en Siena, Pisa y Florencia.
Hombre de grandes capacidades humanas y espirituales, en el Carmelo ejerció de maestro de novicios, enfermero, párroco, profesor de gramática, ecónomo, organista y sacristán. En todos sus destinos se aplicó de corazón a practicar la caridad cristiana a favor de los enfermos y los necesitados. En Siena lo llamaban el "padre caridad".
Iba por los montes fuera de las ciudades, buscando a los pastores y campesinos para enseñarles el catecismo y sanar sus heridas físicas y espirituales. Incluso mendigaba en las ciudades para llevar alimentos y medicinas a los pobres de las montañas.
Fue llamado a Roma para ejercer de maestro de novicios. Allí transcurrió los últimos treinta y dos años de su vida. En la Ciudad Eterna cuidó de algunos hospitales, visitaba las cárceles y fundó un hospicio para convalecientes pobres. Por su dedicación a los más necesitados, era llamado “padre de los pobres”. De hecho, su lema de vida era: "Quien ama a Dios debe buscarlo entre los pobres".
Era muy aficionado a algo novedoso en la época. Decía que era importante que los enfermos estuvieran alegres para que pudieran mejorar, por lo que llevaba músicos, ilusionistas y actores para que los entretuvieran en los hospitales.
Fue tenido en alta estima por los papas, que le apoyaron en todas sus iniciativas a favor de los necesitados. Lo mismo que otros nobles y prelados, de los que conseguía grandes ayudas para sus obras de misericordia.
El Coliseo de Roma estaba abandonado y en ruinas. Él convenció al papa para que lo restaurara, prohibiera que siguieran extrayendo sus piedras como material de construcción y lo convirtiera en un lugar de culto en honor de los mártires cristianos. Él mismo colocó tres cruces en el centro de la arena y comenzó la costumbre de rezar allí el Vía crucis (que los papas siguen realizando cada Viernes santo).
Inocencio XII y Clemente XI quisieron hacerle cardenal, pero él lo rehusó en ambas ocasiones, justificándose en que «habría redundado en perjuicio de los pobres, a los que no habría podido atender».
Falleció el 20 de enero de 1720 y fue sepultado en la iglesia de «San Martino ai Monti», donde vivía. Allí siguen reposando sus restos. Fue beatificado el año 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario