Una de las oraciones medievales más conocida es el "Alma de Cristo". Como san Ignacio de Loyola hace varias referencias a ella en los ejercicios espirituales, muchos piensan que la compuso él, pero es anterior. Si el vídeo no se les abre en la entrada, lo encontrarán en esta dirección:
https://www.youtube.com/watch?v=uiJa3QwzYsA
No es una oración dirigida a un dios abstracto, sin nombre ni figura, sino a Jesús de Nazaret, confesado como el Cristo de Dios, con referencias a su historia concreta: a su cuerpo, a su sangre, a sus llagas y a su pasión. Él es el único salvador del mundo ayer, hoy y siempre. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme
y dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti
para que con tus santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.
No es una oración dirigida a un dios abstracto, sin nombre ni figura, sino a Jesús de Nazaret, confesado como el Cristo de Dios, con referencias a su historia concreta: a su cuerpo, a su sangre, a sus llagas y a su pasión. Él es el único salvador del mundo ayer, hoy y siempre. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme
y dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti
para que con tus santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.
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