Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 6 de marzo de 2025

Hoy vuelvo a ti, mi Señor


Estamos celebrando la santa Cuaresma, tiempo de gracia y de conversión, de regresar al Señor con humildad, como el hijo pródigo. Les propongo un hermoso canto de Felipe Gómez acompañado por imágenes contemporáneas.

Hoy vuelvo, mi Señor, vuelto pedazos;
mis ropas y mi alma hechas retazos.
No te puedo mentir que tuve hambre
y mi alma vuelta trizas, 
ya no tengo la sonrisa que se dibujaba ayer.

Gasté toda mi herencia en la basura;
ya no me acuerdo qué es un alma pura.
Tengo llagas que duelen en el alma 
y perdí toda la calma, ya no merezco tu amor.
Padre, te pido perdón.

¿Qué ves en mí, si tanto te he fallado?
Tanto te herí, tú siempre me has amado. 
¿Qué ves en mí? Casi olvidé tu nombre.
Hoy vuelvo a ti, tu amor nunca se esconde.

Me revolqué en el barro de la muerte,
perdió mi corazón la dirección,
me convertí en lo que yo aborrecía,
tanta era mi hipocresía, te traigo una petición:
Ser tu esclavo, mi Señor.

Mi alma, Padre, está hecha un amasijo;
no sé cómo me llamas "mi buen hijo".
No temes que ensucie tus vestiduras, 
tú me abrazas con ternura y me das tu bendición, 
¡estoy en tu corazón!

¿Qué ves en mí, si tanto te he fallado?
Tanto te herí, tú siempre me has amado. 
¿Qué ves en mí? Casi olvidé tu nombre.
Hoy vuelvo a ti, tu amor nunca se esconde.

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