Texto de santa Teresa de Jesús, música e interpretación de los carmelitas descalzos de América Central.
La pobreza es el camino,
el mismo por donde vino
nuestro Emperador al suelo,
hijos del Carmelo.
¡Caminemos para el cielo,
hijos del Carmelo!
No dejar de nos amar
nuestro Dios y nos llamar;
sigámosle sin recelo,
hijos del Carmelo.
¡Caminemos para el cielo,
hijos del Carmelo!
Vámonos a enriquecer
adonde nunca ha de haber
pobreza ni desconsuelo,
hijos del Carmelo.
¡Caminemos para el cielo,
hijos del Carmelo!
Hermanos, si así lo hacemos,
los contrarios venceremos
y a la fin descansaremos
con el que hizo tierra y cielo,
hijos del Carmelo.
¡Caminemos para el cielo,
hijos del Carmelo!
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