Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 24 de mayo de 2020

Material para la fiesta de la Ascensión


El séptimo domingo de Pascua se celebra la fiesta de la ascensión del Señor. Queda lejos lo que decíamos en nuestra infancia, cuando a los cuarenta días de la Pascua se tenía una jornada civilmente festiva: "Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión". En nuestros días, el jueves de la ascensión es feriado en pocos sitios, por lo que la fiesta se celebra el domingo siguiente, para que los cristianos puedan participar en las celebraciones litúrgicas.


Oremos. Concédenos, Padre santo, exultar de gozo y darte gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

He hablado en muchas ocasiones de este argumento. Aquí pueden ver algunas entradas:

Ascensión del Señor. Historia de la fiesta y comentario litúrgico. Tenemos muchos datos que testimonian que ya era celebrada desde principios del s. IV en muchas Iglesias cristianas. En la Edad Media, esta fiesta se ritualizó con una procesión (que recordaba el desplazamiento de Cristo y sus apóstoles al Monte de los Olivos) y con el rito de apagar el cirio pascual, al terminar la proclamación del evangelio, que se recogió en el misal de San Pío V y permaneció en uso hasta la última reforma. En muchos sitios es costumbre preparar, delante del altar, con pétalos de flores las huellas de los pies de Cristo como evocación.

Ascension: Reflexión bíblico-teológica. En el Antiguo Testamento, “ascensión”, “elevación” y “glorificación” son tres palabras sinónimas para indicar la entronización de un rey, la toma de posesión de su reino. Eso es lo que celebramos en la Ascensión de Jesús: el triunfo definitivo del Señor resucitado sobre el pecado y sobre la muerte, el cumplimiento de su misión salvadora, la manifestación de su gloria, su entronización “a la derecha del Padre”. 

Ascensión: Reflexión litúrgica de Emiliana Lörh. La Iglesia pide y espera como efecto de la celebración del santo sacrificio en el día de la Ascensión es que nuestra vida sea un constante pasar y subir a lo alto, un habitar en lo celestial. Da testimonio de esto la oración del día mismo de la fiesta: "Concede, te rogamos, oh Dios omnipotente, que ya que creemos que en este día subió al cielo tu Hijo único, nuestro Redentor, habitemos también nosotros en el cielo en espíritu".

La despedida y ascensión de Jesús según san Mateo: La promesa de Jesús. Las últimas líneas del evangelio según san Mateo relatan la ascensión del Señor, con unas peculiaridades propias, que son la clave de todo su evangelio. Después de la predicación, muerte y resurrección, el Señor se despide de los suyos, enviándolos para que continúen su obra, que debe prolongarse hasta el final de los tiempos.

- Con Cristo hemos entrado en el cielo. La Iglesia nos muestra lo que tenemos que entender por "ascensión": Es la entrada de Cristo, y de los redimidos por él, a través de la oscura puerta de la muerte, en el mundo de Dios, en la vida eterna.

La ascensión de Jesús es ya nuestra victoria. En su ascensión, Cristo introdujo nuestra naturaleza humana en lo más íntimo de Dios. Esta es la garantía de nuestra salvación, el fundamento de nuestra esperanza. Tal como dice Jesús en algunos momentos: «En la casa de mi Padre hay muchas moradas, hay sitio para todos, y yo voy a prepararos el camino».

- Oraciones de la liturgia mozárabe para la fiesta de la Ascensión. Señor y salvador nuestro, subiendo a los cielos te mostraste glorificado a los ojos de quienes te miraban, indicando así que del mismo lugar al que subías habías de volver para el juicio. Haz que celebremos con sincera y cordial devoción esta solemnidad de tu Ascensión, de manera que, ascendiendo contigo, nuestra vida progrese cada vez más, y cuando regreses para el juicio, podamos contemplarte con mirada serena. Amén.

Ascensión: Soneto para esta fiesta, de Pedro de Espinosa (1578-1650):
Jesús, mi amor, que en una nube de oro,
engendrada del llanto de tu ausencia,
al cielo te trasladas en presencia
del alegre, dichoso, santo coro...

Poesías para la fiesta de la Ascensión del Señor. Poesía de fray Luis de León "Y dejas, Pastor santo..." y otra de la Liturgia de las Horas "No; yo no dejo la Tierra..."

Ascensión del Señor (mosaico). Explicación de un mosaico que se encuentra en una de las pareces laterales de la capilla Redemptoris Mater del Vaticano. Cristo está vestido con ropas doradas (el color de la luz y de la gloria) y situado dentro de un círculo (símbolo de perfección y de eternidad, porque no tiene ni principio ni fin). Pero su manto se sale del círculo y cae hacia la tierra, porque él ha querido voluntariamente permanecer entre nosotros de una manera misteriosa, pero real...

Comentario al Credo (8). Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre... El Hijo de Dios se hizo hombre al nacer de la Virgen María. Cuando, después de su vida pública, muerte y resurrección, sube al cielo, lleva consigo nuestra humanidad y nos abre el camino de la vida eterna. Él mismo había dicho: «Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Jn 12,32).

La Ascensión del Señor. Significado bíblico de las imágenes "subir" y "sentarse en el trono". Estas imágenes van muy unidas, ya que en el Antiguo Testamento se habla de la «ascensión» del rey para indicar su entronización.

Música para la Ascensión. Canto gregoriano: "Asciende Dios entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas. Aleluya".

Canto para la fiesta de la Ascensión. Himno: "No, yo no dejo la Tierra; no, yo no olvido a los hombres. Aquí yo he dejado la guerra; arriba están vuestros nombres.".

Papa Francisco explica la Ascensión de Jesús. Vídeo con catequesis del papa.

- Lluvia de pétalos para celebrar la ascensión. Vídeo que recoge esta preciosa tradición.

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