Buenas noches, buenas noches, María;
buenas noches, madre mía.
El día fue bueno para ti,
fue bueno para mí, en armonía.
Tú eres la madre de Dios
y vives también en mi corazón.
Yo lo canto en distintos momentos de la jornada, con pequeños cambios.
Buenos días, buenos días, María;
buenos días, madre mía.
El día será lindo para ti,
será lindo para mí, en armonía.
Tú eres la madre de Dios
y estás junto a mí, en mi corazón.
Buenos días, buenos días, María;
buenos días, madre mía.
Buenas tardes, buenas tardes, María;
buenas tardes, madre mía.
El día es lindo para ti,
es lindo para mí, en armonía.
Tú eres la madre de Dios
y estás junto a mí, en mi corazón.
Buenas tardes, buenas tardes, María;
buenas tardes, madre mía.
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