El salmo 121 [120] comienza diciendo: "Levanto mis ojos a los montes, ¿de dónde me vendrá el auxilio? Les propongo una hermosa reflexión tomada de internet, que habla de los buitres, los murciélagos, las abejas y los hombres, y que nos ayuda a reflexionar sobre dónde ponemos nuestra mirada.
El buitre. Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el buitre siempre comienza su vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a 4 metros . Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo.
El murciélago. El murciélago ordinario, que vuela por todos lados durante la noche, es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se lo coloca en un lugar plano, todo lo que puede hacer es arrastrase indefenso y dolorosamente hasta que alcance algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a sí mismo hacia el aire. Entonces despega para volar.
La abeja. La abeja, al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí o alguien vuelque el recipiente. Nunca ve la posibilidad de escapar por arriba de ella, sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo. Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma.
Las personas. En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja obrera. Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin darnos cuenta de que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba. Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema. ¡¡¡Solo mira hacia arriba!!!
La tristeza mira hacia atrás.
La preocupación mira alrededor.
La depresión mira hacia abajo.
Solo la fe mira siempre a lo alto, hacia arriba, hacia la luz, hacia la libertad, hacia la Vida.
La depresión mira hacia abajo.
Solo la fe mira siempre a lo alto, hacia arriba, hacia la luz, hacia la libertad, hacia la Vida.
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