Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 12 de mayo de 2021

Basílica de san Pancracio en Roma


El 12 de mayo es la fiesta de san Pancracio, cuya basílica se levanta sobre su tumba en el Gianicolo, en el barrio de Monteverde, en la ciudad de Roma. Arriba se puede ver la foto de la fachada.

Junto a la iglesia está el «Teresianum», la universidad de los carmelitas donde yo he estudiado, vivido y enseñado en el pasado. He hablado en otras ocasiones del Teresianum y de los edificios y comunidades religiosas que surgen en torno a la basílica, como estas:

- El Teresianum de Roma. El Teresianum es una realidad muy rica y compleja, compuesta por varias comunidades y propuestas culturales y espirituales: la basílica y catacumbas de san Pancracio, una comunidad de hijas de santa María de la Providencia que atiende una residencia de ancianas, la universidad de los carmelitas descalzos, el colegio teológico internacional san Juan de la Cruz, la comunidad de especialización santa Teresita y una comunidad de religiosas carmelitas del Niño Jesús de Praga.

- La universidad de los carmelitas descalzos de Roma. Con fotos.

San Pancracio fue un joven soldado de 14 años, al que los romanos cortaron la cabeza junto a la puerta «aurelia» de las murallas el 12 de mayo del año 304 porque no quiso renunciar a su fe cristiana.

Octavia recogió su cuerpo y lo enterró en un campo cercano de su propiedad, que se llamó el «cementerio de Octavia». Pronto se extendió la veneración al santo y los cristianos peregrinaban a su tumba cada año para leer allí el relato de su pasión.

Alrededor de la tumba de san Pancracio se formaron unas catacumbas en las que se enterraron muchos cristianos durante los 300 años siguientes y se construyó una basílica varias veces ampliada y embellecida desde el siglo V en adelante.

Después de la invasión de los bárbaros, las catacumbas que quedaban más lejos de la ciudad fueron abandonadas y no se volvieron a excavar hasta el siglo XVI las primeras, y la mayoría a partir del siglo XIX. Solo se siguió visitando a lo largo de los siglos la catacumba de san Pancracio, por quedar muy cerca de la ciudad.

Los carmelitas descalzos atendemos esta basílica desde el siglo XVII. Para que puedan conocerla, les ofrezco varias fotografías.


El presbiterio del templo, que conserva la estructura basilical, aunque ha sido reformado muchas veces a lo largo del tiempo.


Debajo del baldaquino se conservan los restos del santo en una preciosa urna de pórfido rojo.


En un lateral de la iglesia se conserva el memorial de su martirio y un busto-relicario de plata.


En el centro del precioso artesonado de madera se puede ver la representación del santo.


En este relieve de la nave lateral se puede ver la escena del martirio.


Las naves están decoradas con preciosas pinturas que representan perspectivas arquitectónicas, como esta situada detrás de la imagen de san Juan de la Cruz.


Enorme lienzo de la transverberación de santa teresa de Jesús en una capilla lateral.


Entrada a las catacumbas.


Un cubículo familiar dentro de la catacumba.


Uno de los pasillos con los enterramientos excavados en los muros.

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