Sentencias de los Padres del Desierto

Sentencias de los Padres del Desierto. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d.

En el Medio Oriente, tanto en los contextos religiosos como en los profanos, un «mashal» (en hebreo) o «mathal» (en árabe) es una forma literaria muy rica y variada, que hace reflexionar, para transmitir una enseñanza moral, espiritual o filosófica de manera reflexiva y, a menudo, poética. Incluye los proverbios, refranes, acertijos, dichos ingeniosos, aforismos, parábolas, enigmas, alegorías, fábulas, microrrelatos y ejemplos. El plural de «mashal» es «meshalim». El plural de «mathal» (en árabe) es «matālib».

El libro bíblico de los Proverbios es llamado en hebreo «Mishlé Shelomó» (plural constructo de mashal). En él encontramos proverbios pareados (de dos versos), tercetos (de tres versos), alocuciones (de un padre a su hijo o de un maestro a su discípulo) y poemas (como el que alaba a la mujer ideal en Prov 31,10-31, que en hebreo es un acróstico). Es una colección de dichos y enseñanzas, destinados a la educación de los jóvenes, que abordan temas como la justicia, la prudencia, la humildad, la justa relación con Dios y con el prójimo.

El mismo género literario lo encontramos en los demás libros bíblicos y era muy usado para la enseñanza religiosa, tal como recuerda el libro de los Salmos, que enfatiza la importancia de transmitir determinadas enseñanzas de generación en generación: «Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, no lo ocultaremos a sus hijos, lo contaremos a la futura generación» (Sal 78 [77] 1-4).

Antes de que se escribieran los evangelios, se recogieron colecciones con dichos y parábolas de Jesús, que conocieron y utilizaron los evangelistas.

En árabe, también encontramos «matālib» en el Corán, la poesía clásica y en la literatura didáctica, para ilustrar conceptos morales, filosóficos o religiosos.

Ambas tradiciones, la hebrea y la árabe, comparten un profundo aprecio por la sabiduría transmitida a través de estas formas literarias.

Los apotegmas griegos son similares, aunque normalmente se refieren a sentencias breves (muchas veces, también graciosas), que trasmiten una lección moral. Sin embargo, los «Apotegmas de los Padres del Desierto» siguen la tradición bíblica y recogen frases ingeniosas, anécdotas, ejemplos. Muchos no hay que interpretarlos literalmente, sino buscar la enseñanza que esconden.

Hay varias colecciones de «apotegmas» de los Padres del Desierto y algunas de las Madres del Desierto, que se recogieron entre los siglos IV y VI. Estas sentencias forman parte de la literatura ascética y espiritual del cristianismo primitivo y tienen como objetivo guiar a los monjes y a los fieles en su camino hacia la perfección espiritual y la unión con Dios. Usan un estilo directo y sencillo, y reflejan la vida austera y contemplativa de los ermitaños del desierto. Veamos una selección:

1. Sobre la humildad y la lucha contra el orgullo

Abba Antonio dijo: «He visto todas las trampas que el enemigo tiende sobre la tierra, y dije lamentándome: "¿Quién podrá escapar de ellas?". Entonces oí una voz que me decía: "La humildad"».

Abba Poemen dijo: «El hombre que reconoce su pecado es mayor que aquel que resucita a un muerto. El que está en silencio, aunque sea imperfecto, es mejor que el que habla mucho y es perfecto».

2. Sobre el silencio y la oración

Abba Arsenio dijo: «Muchas veces me he arrepentido de haber hablado, pero nunca me he arrepentido de haber guardado silencio».

Abba Agatón dijo: «Un hombre que ora sin distraerse es como un hombre que habla cara a cara con el emperador».

3. Sobre la paciencia y la perseverancia

Abba Isaías dijo: «Si deseas salvarte, sé como un muerto: no te enojes si te insultan, no te enorgullezcas si te alaban».

Abba Macario dijo: «Si alguien te injuria y tú te enojas, no has encontrado el camino de Dios. El verdadero monje debe ser como una piedra: insensible al insulto y al elogio».

4. Sobre el amor al prójimo

Abba Moisés dijo: «Un hombre que guarda rencor mientras ora es como alguien que siembra semillas en el mar y espera cosechar».

Abba Doroteo dijo: «Si amas a tu hermano, amas a Dios, porque Dios está en tu hermano».

5. Sobre la lucha espiritual

Abba Evagrio dijo: «El monje debe vivir como los ángeles: siempre en oración, siempre en paz, siempre en lucha contra las pasiones».

Abba Juan el Enano dijo: «Si un rey quiere conquistar una ciudad, primero corta el suministro de agua y comida. Así también el demonio: si quiere conquistar a un hombre, primero lo priva de la oración y la humildad».

6. Sobre la vida comunitaria

Abba Teodoro dijo: «No busques vivir en un lugar donde no haya problemas, porque no encontrarás la paz. La paz se encuentra en el corazón, no en el lugar».

Abba Pambo dijo: «Si tienes un corazón puro, verás a todos los hombres como puros. Pero si tu corazón está lleno de maldad, verás a todos como malvados».

7. Sobre la mortificación y el desapego

Abba Sisoes dijo: «Déjalo todo, y encontrarás a Dios. Renuncia a todo, y tu corazón estará en paz».

Abba Daniel dijo: «El cuerpo es como un asno: si lo tratas con dureza, te obedecerá; si lo mimas, se rebelará».

8. Sobre la sabiduría y la discreción

Abba Nilo dijo: «Es mejor comer carne y beber vino que devorar con calumnias a los hermanos».

Abba José dijo: «No hables demasiado, porque las palabras superfluas alejan al Espíritu Santo».

9. Sobre la muerte y la eternidad

Abba Juan el Enano dijo: «Si un hombre recuerda la muerte constantemente, no pecará».

Abba Sisoes, al final de su vida, dijo: «No he logrado ni siquiera comenzar a arrepentirme como es debido».

10. Sobre la vida en el desierto

Abba Antonio dijo: «El que vive en el desierto y en silencio está libre de tres guerras: la del oído, la de la lengua y la de la vista. Pero tiene una sola guerra: la del corazón».

Abba Poemen dijo: «El desierto es el lugar donde el hombre se encuentra cara a cara con Dios».

Estas sentencias no solo eran enseñanzas para los monjes, sino también para todos los cristianos que buscaban una vida más profunda y auténtica en su fe. Su legado sigue siendo relevante hoy en día, ya que abordan temas universales como la humildad, la paciencia, el amor al prójimo y la lucha contra las pasiones. Las Sentencias de los Padres del Desierto son un tesoro espiritual que continúa inspirando a quienes buscan crecer en su relación con Dios y con los demás.