El alma que se abisma en las riveras infinitas de tu amor lleva tras de sí los tesoros que posee. No soy un águila, soy un pajarillo de ligero plumón que mira al tibio sol, su sol de amor.
Derramaré una lluvia de rosas (bis).
Para almas pequeñitas nada les dejo oscuro y complicado; les dejo un caminito de confianza y amor. Atráeme Jesús, para que no exista nadie más que tú. Te doy mi corazón: Morir de amor.
Derramaré una lluvia de rosas (bis).
Quiero pasar mi cielo haciendo el bien sobre la tierra (bis). Ya todo se ha cumplido, ya nada más he de desear. De nada me arrepiento, me entregué al amor. Señor, yo te conjuro a que llames a miles de almas pequeñitas, víctimas de tu amor.
Derramaré una lluvia de rosas (bis).
Si el vídeo no se les abre en la pantalla, pueden encontrarlo en esta dirección:
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