Vivimos tiempos de confusión e incertidumbre, pero el Señor no nos abandona nunca. Él permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, regalándonos su consuelo y bendición. Démosle gracias con este canto:
¿Cómo te pagaré, oh Señor,
todo el bien que me has hecho?
¿Cómo te pagaré, oh Señor?
Señor, rompiste mis cadenas,
tu amor me ha desbordado;
siempre te ofreceré mi alabanza.
¿Cómo te pagaré, oh Señor,
todo el bien que me has hecho?
¿Cómo te pagaré, oh Señor?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré tu nombre,
y mis votos cumpliré ante el pueblo.
Así te pagaré, oh Señor,
todo el bien que me has hecho.
Así te pagaré, oh Señor.
Señor, eres tú mi fuerza,
tú eres la salvación,
mi boca cantará en tu nombre.
¿Cómo te pagaré, oh Señor,
todo el bien que me has hecho?
¿Cómo te pagaré, oh Señor?
Si el vídeo no se les abre en la entrada, pueden encontrarlo en esta dirección:
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