Estamos a punto de terminar un año y de comenzar otro. Los dos últimos años han sido duros a causa de la pandemia. Hemos perdido seres queridos y hemos experimentado nuestra fragilidad (a nivel individual y colectivo, como sociedad).
Algunas personas han sido generosas hasta el heroísmo, sirviendo a los enfermos y necesitados. Otras han manifestado su egoísmo, pensando solo en sí mismas. Todos hemos vivido momentos de inseguridad y muchos han sufrido de ansiedad y depresión.
Los cristianos somos conscientes de nuestra pequeñez, pero también sabemos que Dios puede sacar bienes incluso de los males y que él es el único que puede escribir derecho con renglones torcidos. Por eso, ponemos en sus manos lo que hemos vivido y lo que nos queda por delante, sabiendo que él nunca nos abandona, sino que está a nuestro lado en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas, todos los días de nuestra vida.
Este es un buen momento para ponernos en presencia del Señor, manifestándole tres sentimientos:
1. Agradecimiento
2. Arrepentimiento
3. Súplica
1. Agradecimiento. Padre de misericordia, te damos gracias por todas las cosas buenas que hemos vivido en el año que se acaba. Por los alimentos y las medicinas que nos han mantenido vivos, por las personas que hemos encontrado, porque hemos podido celebrar los sacramentos, por los avances de la ciencia y de la técnica, que hacen nuestra vida más fácil. Por todo y por siempre ¡Gracias!
2. Arrepentimiento. Padre bueno, perdona todas nuestras faltas. No por nuestros méritos, sino por tu generosidad. Mira a tu Hijo, que se hizo hombre y nació en la pobreza de Belén para salvarnos. Concédenos tu perdón y reconcílianos contigo. Ese es el don más precioso que podemos recibir. No nos trates como merecen nuestros pecados, sino conforme a tu bondad.
3. Súplica. Señor del tiempo y de la historia, ponemos en tus manos el año que va a comenzar. Nuestro futuro está en tus manos. No sabemos lo que nos espera. A nuestro alrededor se multiplica la violencia absurda, el sufrimiento de muchos inocentes, la falta de esperanza. Pero nosotros confiamos en ti, que puedes sacar bienes incluso de los males. Ponemos en tus manos nuestras vidas, nuestras familias, las personas que amamos y el mundo entero.
Quienes quieran seguir orando, pueden hacerlo con los formularios que nos propone el cipe (centro de iniciativas de pastoral de la espiritualidad) en este enlace: Oración de fin de año 2021.
1. Agradecimiento
2. Arrepentimiento
3. Súplica
1. Agradecimiento. Padre de misericordia, te damos gracias por todas las cosas buenas que hemos vivido en el año que se acaba. Por los alimentos y las medicinas que nos han mantenido vivos, por las personas que hemos encontrado, porque hemos podido celebrar los sacramentos, por los avances de la ciencia y de la técnica, que hacen nuestra vida más fácil. Por todo y por siempre ¡Gracias!
2. Arrepentimiento. Padre bueno, perdona todas nuestras faltas. No por nuestros méritos, sino por tu generosidad. Mira a tu Hijo, que se hizo hombre y nació en la pobreza de Belén para salvarnos. Concédenos tu perdón y reconcílianos contigo. Ese es el don más precioso que podemos recibir. No nos trates como merecen nuestros pecados, sino conforme a tu bondad.
3. Súplica. Señor del tiempo y de la historia, ponemos en tus manos el año que va a comenzar. Nuestro futuro está en tus manos. No sabemos lo que nos espera. A nuestro alrededor se multiplica la violencia absurda, el sufrimiento de muchos inocentes, la falta de esperanza. Pero nosotros confiamos en ti, que puedes sacar bienes incluso de los males. Ponemos en tus manos nuestras vidas, nuestras familias, las personas que amamos y el mundo entero.
Quienes quieran seguir orando, pueden hacerlo con los formularios que nos propone el cipe (centro de iniciativas de pastoral de la espiritualidad) en este enlace: Oración de fin de año 2021.
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