En este canto, José Luis Perales (1945-) se dirige a todas las mujeres: a las que empiezan a vivir, a las que están a mitad o al final de su camino, a las que sueñan y a las que se han cansado de soñar, a las que callan y a las que hablan. Es la primera canción de un disco grabado en 1985, que se titula igual que esta canción.
Hablando con propiedad, hay algunas frases que solo se deberían aplicar a Dios: "Eres el centro del universo", "Llenas la noche de luz", "Yo creo en ti", pero ya sabemos cómo es el lenguaje de las canciones de amor, algo edulcorado y con símbolos atrevidos, porque, como escribió Antonio Machado, "Al amor / le viene bien un poco / de exageración".
Yo no puedo decir que creo en "la mujer" en general ni que amo a "las mujeres" en general. Respeto a todas las mujeres y amo a muchas de ellas en particular, con las que he entrado en relación a lo largo de los años, comenzando con mi madre y siguiendo por las que ya no están entre nosotros y las que sí, con sus nombres y apellidos.
Algunas mujeres han marcado mi vida para siempre: abuelas, tías y primas, doña Marina (mi maestra en 4º de primaria), doña Consuelo (mi profesora de matemáticas en 6º, 7º y 8º), doña Mercedes (profesora de arte e historia en el bachillerato), Bruna Costacurta (profesora de Biblia en la Gregoriana), etc.
Sigo en relación con muchas mujeres, a las que me une la fe en Cristo y la amistad. Podría citar a muchas, pero necesitaría varias páginas para escribir sus nombres. Por cada una de ellas doy gracias a Dios y a él pido que las bendiga en este día y siempre. También le pido por otras mujeres a las que no conozco personalmente, pero que leen mis entradas y dejan sus mensajes.
No me alargo más, porque esto solo pretendía ser la presentación de un canto, pero se me ha ido de las manos... Este es el texto de Perales:
ni de dónde vengas, ni por qué te vas.
Mujer, quisiera escribirte una carta de amor.
Porque eres el centro en el universo y creo en ti.
Mujer, que tocas la noche y la llenas de luz,
que tienes problemas, anhelos y penas; y creo en ti.
A ti, que tienes algo que decir y estás callada.
A ti, que te negaron el amor y estás cansada.
A ti, que empiezas a vivir.
Y a ti, que no te queda nada.
A ti, quiero escribirte hoy mi carta.
A ti, mujer, que cruzas la lluvia,
buscando refugio en este taller
Mujer, quisiera escribirte una carta de amor,
quisiera decirte, mirando tus ojos, que creo en ti.
Mujer, que sueñas el vuelo de la libertad,
que agitas tus alas buscando el cielo; y creo en ti.
A ti, que tienes algo que decir y estás callada.
A ti, que te negaron el amor y estás cansada.
A ti, que empiezas a vivir.
Y a ti, que no te queda nada.
A ti, quiero escribirte hoy mi carta.
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