Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 24 de junio de 2018

San Juan Bautista y la alegría cristiana


El cuadro de Greg Olsen se titula "EL camino de la alegría" y representa un encuentro de Juan Bautista con Jesús.

Normalmente identificamos a san Juan Bautista con su vida austera y penitente en el desierto, pero se nos olvida que el evangelio une su figura a la verdadera alegría, como podemos ver en estos textos:

- El ángel le dijo: – «No temas, Zacarías, porque tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento» (Lc 1,13-14).

- Isabel exclamó: «Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno» (Lc 1,44).

- Cuando nació Juan, sus vecinos se alegraron con ella (Lc 1,58).

- Dijo Juan: «El que tiene a la esposa es el esposo; en cambio, el amigo del esposo, que está a su lado y le escucha, se goza grandemente de la voz del esposo; así mi alegría ha llegado a plenitud» (Jn 3,30).

Hablando de esto, escribió san Agustín: «Juan no tiene alegría en sí mismo. El que quiera encontrar la causa de su alegría en sí mismo estará siempre triste; pero el que quiera encontrar su alegría en Dios estará siempre alegre, porque Dios es eterno. ¿Quieres tener una alegría eterna? Haz lo que hizo Juan».

He hablado de la alegría cristiana en varias ocasiones y con distintos motivos. Les recuerdo dos entradas en las que trato este tema. (La primera enlaza con otras más).

- Señor, que los buenos sean simpáticos. Hay un niño que ora siempre así: "Señor, que los malos sean buenos y que los buenos sean simpáticos"... Hay tres santos especialmente simpáticos en el calendario cristiano: la española santa Teresa de Jesús, el italiano san Felipe Neri y el inglés santo Tomás Moro...

Invitación a la alegría. La cercanía del Señor es fuente de alegría. «El Señor está cerca». Estas palabras revelan la esencia del cristianismo. La cercanía del Señor y de su juicio no despierta temor en los creyentes, sino alegría, porque viene para salvarnos. Todo el evangelio es un gozoso anuncio del amor de Dios, manifestado en Cristo...

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