Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 14 de junio de 2012

14 de junio. San Eliseo, profeta. Oraciones de la misa


“Elías pasó junto a Eliseo y le echó encima su manto. Eliseo sacrificó la yunta de bueyes y se fue tras Elías y se consagró a su servicio” (1Re 19,19.21). El profeta Eliseo heredó el espíritu del profeta Elías, para continuar su obra en Israel. 

Eliseo testimonia la eficacia del carisma profético por medio de la fidelidad al Dios verdadero y el servicio a su pueblo. Entre sus numerosos prodigios, destacan que curó al sirio Naamán de la lepra y devolvió la vida al hijo de la sunamita. 

La Orden del Carmen recuerda su origen en el Monte Carmelo con la celebración litúrgica de los grandes profetas Elías (el 20 de julio) y Eliseo (el 14 de junio), perpetuando la memoria de su presencia y de sus obras. Por eso el capítulo general de 1399 decretó la celebración de su fiesta. 

Oración colecta. Señor Dios de nuestros padres en la fe, guardián y redentor de los hombres, que te muestras admirable en tus profetas y transmitiste el espíritu de Elías a Eliseo; por tu bondad, dígnate hacer crecer en nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de que, imbuidos del carisma profético, podamos ser testigos ante el mundo de tu presencia providente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las ofrendas. Oh Dios, que por las figuras de los antiguos sacrificios has querido significar la verdad de estos dones que te presentamos, concédenos propicio que, por estos santos misterios que celebramos en honor de tu profeta Eliseo, nos convirtamos también nosotros en oblación perpetua para tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Oración para después de la comunión. Oh Dios, que por los prodigios del profeta Eliseo simbolizaste de modo admirable el pan de vida; te pedimos nos concedas que, fortalecidos con este manjar, podamos cumplir cada día la misión profética. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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