Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 28 de octubre de 2021

Sobre halloween, todos los santos, día de muertos y otras celebraciones similares


Cada año, al llegar octubre, recibo whatsapps, mensajes de facebook y correos de amigos diciéndome que los católicos no celebran Halloween, que esta es una fiesta satánica y otras exageraciones por el estilo. No estoy de acuerdo con esos mensajes y voy a explicar por qué.

Quiero comenzar esta reflexión recordando que santa Teresa de Jesús (de Ávila) decía que tenía más miedo de los que ven al demonio en todos los sitios que del demonio mismo.

Ahora hablemos de la historia de esta celebración. Ya he explicado muchas veces que la palabra "halloween" viene del inglés "all hallow's eve", que significa la "víspera de los santos". 

Aunque desde antiguo hubo fiestas en honor de los santos y de los mártires, la fiesta de todos los santos, tal como hoy la conocemos, se fijó el 1 de noviembre en el siglo IX. Pronto se unió la conmemoración de todos los fieles difuntos el 2 de noviembre. Celebramos a los santos, que ya han alcanzado el cielo y oramos por los que aún necesitan purificación.

Los judíos comienzan las fiestas el día anterior por la tarde y los cristianos heredamos de ellos esa costumbre. Por eso, las misas de los sábados por la tarde o del día anterior a una solemnidad ya son misas del día siguiente. También el día de todos los santos. 

Hay numerosos testimonios precristianos de banquetes funerarios, en los que se comían dulces especiales para honrar a los muertos. En el libro de las Confesiones, san Agustín testimonia que en su época eran comunes las libaciones en las tumbas de los mártires y que su madre dejó de hacerlas porque san Ambrosio pidió que ya no se hicieran en su diócesis, para evitar confusiones con ritos paganos.

Con el paso de los siglos, surgió una gastronomía específica para las distintas fiestas cristianas: Navidad, Pascua, Epifanía, Cuaresma, Todos los Santos, etc. Para esta última, han llegado hasta nuestros días los "panes de muerto" y "calaveras de azúcar" en México, los "huesos de santos" hechos con mazapán y los "buñuelos" en España, y otros dulces similares en Italia y en otros países.

Lo mismo sucede con el tema de los disfraces. Hay testimonios que se pierden en la noche de los tiempos del uso de disfraces en determinadas fiestas, en las que se rompían temporalmente las convenciones sociales. Esta costumbre se conserva en la fiesta de "purim" entre los judíos y de "carnaval" en contexto cristiano. En México tienen la tradición de hacer desfiles de "catrinas" el día de los muertos.

Durante la Edad Media fueron muy comunes las representaciones de "danzas de la muerte" o "danzas macabras", con gente disfrazada de esqueletos y otros personajes (papa, noble, campesino, militar, etc.), con diálogos teatralizados. En numerosas iglesias y museos se conservan lienzos, frescos y grabados que lo representan. En algunos lugares han sobrevivido estas representaciones u otras similares.

En varias ocasiones he hablado de la costumbre que hay en algunos sitios de celebrar "Holywin" (los santos vencen), vistiendo a los niños de santos y contando sus vidas, y he recogido fotografías. 

A mí me gusta más ver a los niños vestidos de santos que de zombies, pero no creo que lo segundo sea especialmente peligroso, si no se saca de contexto.

Es verdad que en Estados Unidos esta fiesta ha evolucionado y que para algunos es una ocasión para cometer excesos, pero también ha evolucionado la Navidad y Santa Claus ha desplazado al Niño Jesús y no por eso dejamos de celebrar la Navidad, aunque somos conscientes de que para muchos se ha convertido en una fiesta neopagana. 

Ya advertía san Juan de la Cruz que, con motivo de muchas fiestas religiosas y peregrinaciones, algunos terminaban ofendiendo a los santos más que honrándolos, por lo que recomendaba peregrinar a los santuarios fuera de las fechas más señaladas. Pero de ahí a prohibir que cada uno acuda cuando y como quiera hay un buen trecho.

Un cuchillo no es bueno ni malo. Todo depende del uso que hacemos de él. Si es para pelar patatas, es un buen uso, si es para matar a otra persona, lo usamos mal. Así sucede con todas las cosas y con las celebraciones, también con Halloween.

Lo importante es que los que nos consideramos católicos acudamos a misa el día de todos los santos y el día de los difuntos. También es una hermosa costumbre acudir al cementerio para orar por nuestros seres queridos.

Calaveritas de azúcar

Panes de muerto

Huesos de santo

Dulces italianos

Cuadro que representa la "danza de la muerte" medieval

"Danza de la muerte" en Verges (España)

Niños celebrando "Holywin"

Catrinas mexicanas

Altar de muertos

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