Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 11 de octubre de 2019

Los mantos de la Virgen del Pilar


La imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza está colocada sobre una columna encima de la cual, según la tradición, se colocó la Virgen cuando visitó Zaragoza, el año 40 de nuestra era. La columna de jaspe está cubierta con una funda de bronce desde el siglo XV, tal como se puede ver en esta fotografía:


El revestimiento de bronce, a su vez, está recubierto por otro de plata, que puede observarse los pocos días que la Virgen está sin manto y que luce así:


Pero lo más común es verla con uno de los más de 500 mantos que le han donado los fieles a lo largo de los siglos. Los hay con el símbolo de una cofradía, Orden religiosa, ayuntamiento o cualquier otro grupo social o religioso. Algunos fueron regalados por reyes, nobles o particulares de cualquier condición.

Cada día le ponen uno distinto, aunque a veces se lo cambian más de una vez, ya que colocan uno donado por un grupo concreto, si tiene una celebración por la mañana, y otro distinto para otro grupo, si tiene celebración por la tarde.

Es tradición que todos los niños de Aragón (y también los de otras proveniencias, si tienen esa devoción) "pasen por el manto de la Virgen" de la mano de uno de los "infanticos", que hacen esta labor todos los días a determinadas horas, tal como se ve en esta foto:


Muchas personas piden morir "bajo el manto de la Virgen" y se manda uno a su casa para que la cubra en el momento de su fallecimiento. En algunos casos particulares, también se mandan fuera de Zaragoza. Así, el cabildo de la basílica envió unos a Roma para cubrir al papa san Juan XXIII, al rey Alfonso XIII y a la reina María Victoria.

Los mantos antiguos son más pequeños, ya que se colocaban cubriendo la imagen de la Virgen y dejando descubiertas solo las cabezas de la Virgen y del Niño, tal como se ve en esta pintura antigua:


En el siglo XVII comenzaron a colocar los mantos un poco más abajo, a la altura de la cintura de la Virgen, como si fueran una falda, tal como puede verse en esta pintura de la época:



Más tarde se decidió colocarlos cubriendo solo la columna. Esta es la costumbre que se conserva hasta el presente. Veamos algunos:


Uno de los mantos carmelitanos. Este es del Carmelo seglar, del año 1940


Manto de la parroquia San Juan de la Cruz, del año 1991


Manto de las hermanas de la caridad de santa Ana


Manto de la "ONCE" (asociación nacional de ciegos)


Manto de la asociación de donantes de sangre

Pueden ver cientos de fotografías con mantos de distintas épocas en este enlace.

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