martes, 5 de septiembre de 2023
Entrevista a la madre Teresa de Calcuta
El 5 de septiembre, aniversario de su fallecimiento, se celebra la memoria litúrgica de santa Teresa de Calcuta.
Durante su vida y después de muerta muchas personas vieron en ella una imagen viva del amor total y desinteresado.
Por desgracia, también algunos se dedicaron a enfangar su obra y su memoria con acusaciones absurdas que siguen presentes en algunos foros de internet cegados por ideologías anticatólicas.
A continuación les propongo parte de una entrevista que hicieron a la madre Teresa pocas semanas antes de su muerte:
- ¿Cuántas son las Misioneras de la Caridad?
Teresa de Calcuta: Tenemos 3.604 hermanas que han pronunciado los votos religiosos, 411 novicias y 260 aspirantes a religiosas. Estamos esparcidas en 119 países. Hoy disponemos de 560 tabernáculos o casas.
- ¿Por qué los llaman "tabernáculos"?
Teresa de Calcuta: Porque Jesús está presente en estas casas. Son casas de Jesús. Nuestra congregación quiere contribuir a que las personas puedan saciar su sed de Jesús. Con ello tratamos de rescatar y santificar a los más pobres de los pobres. Pronunciamos los votos de castidad, pobreza y obediencia. Pero hemos recibido, además, la autorización especial para hacer un cuarto voto: ponernos al servicio de los más pobres de los pobres.
- Usted suele afirmar que no hay amor sin sufrimiento.
Teresa de Calcuta: Sí, el verdadero amor hace sufrir. Cada vida y cada relación familiar tienen que ser vividas honestamente. Esto presupone muchos sacrificios y mucho amor. Pero, al mismo tiempo, estos sufrimientos se ven acompañados siempre por un gran sentido de paz. Cuando en una casa reina la paz, allí se encuentran también la alegría, la unión y el amor.
- Las reglas de su Congregación indican que el trabajo por los pobres ha de realizarse tanto "en la esfera espiritual como en la material". ¿Qué entiende por pobreza espiritual?
Teresa de Calcuta: Los pobres espirituales son los que todavía no han descubierto a Jesús o los que se han separado de Él a causa del pecado. Los que viven en la calle también tienen necesidad de ser ayudados en este sentido. Por otra parte, me hace muy feliz el constatar que, en nuestro mundo, podemos contar también con la ayuda de gente bien asentada, a quienes ofrecemos la oportunidad de hacer una obra buena por Dios.
- Quienes la critican aseguran que su único objetivo es convertir a los que no son cristianos…
Teresa de Calcuta: Nadie puede forzar o imponer la conversión: tiene lugar sólo por la gracia de Dios. La mejor conversión consiste en ayudar a las personas a amarse unas a otras. Nosotros, que somos pecadores, hemos sido creados para ser hijos de Dios y tenemos que ayudarnos mutuamente para estar lo más cerca posible de Él. Todos nosotros hemos sido llamados a amarle.
- Usted dice que sus hermanas no son asistentes sociales.
Teresa de Calcuta: Somos contemplativas, pues rezamos nuestro trabajo. Desempeñamos un trabajo social, pero somos mujeres consagradas a Dios en el mundo de hoy. Hemos confiado nuestra vida a Jesús, como Jesús nos ha dado su vida en la Eucaristía. El trabajo que realizamos es importante, pero lo importante no es la persona que hace ese trabajo. Hacemos esto por Jesucristo, porque lo amamos. No somos capaces de hacer todo. De todos modos, yo rezo siempre por todos los que se preocupan por las necesidades y miserias de los pueblos. Muchas personas ricas se han unido a nuestra acción. Personalmente no tenemos nada. Vivimos de la caridad y por la caridad.
- ¿Por qué entran tantas jóvenes en su congregación?
Teresa de Calcuta: Creo que aprecian nuestra vida de oración. Rezamos cuatro horas al día. Además, ven lo que hacemos por los pobres. No es que sean trabajos importantes o impresionantes. Lo que hacemos es muy discreto, pero nosotros lo hacemos por los más pequeños.
- Usted es una persona muy conocida. ¿No se cansa nunca de ver a tanta gente, de las fotografías…?
Teresa de Calcuta: Considero que es un sacrificio, pero también una bendición para la sociedad. Dios y yo hemos hecho un pacto: le he dicho «por cada foto que me hacen, Tú encárgate de liberar a un alma del Purgatorio…». Entre sonrisas, añade, creo que a este ritmo dentro de poco se va a vaciar el Purgatorio.
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