Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos,
dame, si puedes, la libertad y recursos
para salir de esta celda, donde me encuentro amargado,
pagando una larga pena, la máxima del juzgado.
De rodillas te prometo que al vicio no vuelvo más,
yo seré honrado y honesto, me voy a regenerar.
Virgen de Las Mercedes, patrona de los reclusos,
Virgen de Las Mercedes, patrona de los reclusos,
mi madre está que se muere, ella por mí ya sufre mucho.
Sí, ¿quién le dará de beber?; oye, ¿quién le dará de comer?
Hazlo por mi madrecita, que llora y no puede dormir,
está sola y viejita, rogándole a Dios por mí.
Espérame, madre bella, muy pronto estaré a tu lado,
con esta Virgen tan buena, que de su altar ha bajado
a darme la libertad, que con dolor le pedí,
para que no sufras más y estar siempre junto a ti.
Virgen de Las Mercedes, patrona de los reclusos,
mi madre está que se muere, ella por mí ya sufre mucho.
Sí, ¿quién le dará de beber?; oye, ¿quién le dará de comer?
¡Que linda es la libertad, pues la prisión es muy cruel!
Madre te puedo jurar que al vicio no volveré, ¡que va!
¡Virgen de la merced (bembere), dame tu ayuda! (ayúdame)
Madre mía, yo te lloro y quiero estar a tu lado;
a la patrona le imploro, ya mi pena la he pagado.
¡Virgen de la merced (bembere), dame tu ayuda! (ayúdame)
Espérame, espérame madre mía; no sabes cómo te pienso,
desde esta celda fría beso tu foto con sentimiento.
¡Virgen de la merced (bembere), dame tu ayuda! (ayúdame)
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