Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 23 de septiembre de 2023

A jornal de gloria no hay trabajo grande. Domingo 25 del Tiempo Ordinario, ciclo "a"


El domingo 25 del Tiempo Ordinario, ciclo "a", se leen estas lecturas en la misa del día:

Primera lectura. Del libro del profeta Isaías (55,6-9). Los caminos de Dios son de misericordia, de perdón, de bendición para todos. Él no obliga a nadie, pero se ofrece a todos. Por eso, el profeta nos invita a abrirle el corazón, independientemente de las circunstancias concretas en las que nos encontremos.

Salmo responsorial (144). Cerca está el Señor de los que lo invocan. El salmo se hace eco de las palabras de Isaías, que nos invita a buscar al Señor, que siempre está cerca de quienes lo buscan con corazón sincero.

Segunda lectura. De san Pablo a los Filipenses (1,20-27). Como los demás místicos a lo largo de los siglos, san Pablo ha gustado lo hermoso que es encontrarse personalmente con Cristo, por lo que desea morir para gozar su compañía en plenitud. Al mismo tiempo, ama tanto a los hombres, que no le importa quedarse entre ellos todo el tiempo que sea necesario para servirlos con amor y anunciarles el evangelio.

Evangelio. Mateo (20,1-16). Dios es generoso con todos. El problema es que a veces nos pasa como a los jornaleros llamados a primera hora de la mañana, que queremos que nos trate bien a nosotros, pero no nos gusta que trate bien a los demás, a los que pensamos que lo merecen menos. Recordemos siempre que "a jornal de gloria no hay trabajo grande".

En los trabajos humanos, nos esforzamos para recibir una paga con la que mantener a nuestras familias. En los trabajos por el Reino de Dios no hace falta ninguna recompensa, ya que trabajar por Dios es un privilegio, un don precioso. No hay nada mejor que ser sus amigos, que colaborar con él en la obra de la salvación.

En otra ocasión recogimos el precioso poema que comienza así: "No me mueve, mi Dios, para quererte". El amor más puro es el amor gratuito, el que solo desea el bien y la felicidad de la persona amada, sin esperar nada a cambio. Pueden escucharlo interpretado con música flamenca en esta entrada:

- Soneto a Cristo crucificado con música de Vicente Pradal.

He hablado del evangelio de hoy, recogiendo un poema de José Luis Blanco Vega, musicalizado por Juan Antonio Espinosa, en este enlace:

Hora de la tarde fin de las labores.

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