Una gran parte de la ciudad de Roma se encuentra bajo tierra, a veces a muchos metros bajo el nivel de las calles actuales. Hay que tener en cuenta que antiguamente no había camiones, por lo que cada vez que se hundía un edificio, se construía otro sobre sus ruinas. Así, en muchas partes de la ciudad el nivel actual está a 15 o 20 metros sobre las construcciones de época imperial.
Cerca del Coliseo, bajo el parque del Colle Opio, están los restos de la Domus Aurea, la residencia del emperador Nerón, antiguamente famosa por sus mármoles, mosaicos, y decoraciones en oro y piedras preciosas. Se pueden descender varios niveles y descubrir espacios sorprendentes y algunos restos de la decoración primitiva.
En muchas de las iglesias actuales hay criptas, que antiguamente sirvieron como lugar de enterramiento. Por debajo están los restos de templos más antiguos y por debajo otros edificios. Esta, por ejemplo, es la cripta de Santa María en Cósmedin (donde está la Boca de la Verità), del siglo VIII, construido con material de edificios anteriores abandonados en aquel momento. Cuenta la tradición que allí vivió san Agustín durante su estancia en Roma. Por debajo están los restos de la antigua "Ara máxima", un edificio anterior a la fundación de Roma, que tuvo diversos usos y reconstrucciones a lo largo de los siglos.
El caso más completo es la basílica de san Clemente. El edificio actual es del s. XII, con mosaicos de la época, pinturas del s. XIV y fachada del s. XVIII.
Descendiendo unos diez metros, nos encontramos con frescos del s. XI junto a otros paleocristianos en muros de una antigua basílica del s. IV reformada en el s. VI y en el s. IX.
Descendiendo otros diez metros más se llega a un mitreo (un antiguo templo en honor del dios Mitra) del s. II, con su sala de reuniones, su sala de banquetes y su altar para los sacrificios de animales (que se puede ver en la foto).
También hay restos de una casa del s. I, una Domus Ecclesiae (una casa particular que los cristianos usaban para su culto durante las persecuciones) y los imponentes muros de una antigua ceca (la fábrica de moneda). A esta profundidad corre por un lado un arroyo y por otro una antigua cloaca en funcionamiento desde hace más de dos mil años.
A esto hay que añadir las numerosas catacumbas, que eran enormes cementerios subterráneos, usados desde el s. I al s. V. Esta, en concreto, es la de san Pancracio.
Las antiguas redes de alcantarillado que desembocan en la cloaca máxima (de varios metros de ancho), en funcionamiento desde hace unos 2600 años, son una obra de ingeniería increíble, que también se pueden visitar en algunos tramos, aunque la mayor parte sigue en uso hasta el presente.
Más desconocidos, pero no menos interesantes son los varios búnkers antiaéreos de la ciudad. Este es el de Villa Torlonia.
Estas son algunas de las cosas que hay en Roma por debajo de sus calles, ¿lo sabías?
Les recuerdo que, cumpliendo con la antigua tradición de peregrinar a Roma en los años santos, la diócesis de Osma-Soria realizará una preciosa peregrinación del 13 al 19 de octubre de 2025. La presidirá nuestro señor obispo y se encargará de las explicaciones históricas, culturales y religiosas el padre Eduardo Sanz de Miguel, delegado diocesano de peregrinaciones. Quienes tengan interés en participar deben ponerse en contacto con Abel Roig.
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