Cumplo 56 años de edad y 36 de consagración religiosa

Como ya he comentado muchas veces, nací un 21 de septiembre de 1966 y me consagré a Dios en el Carmelo, con los votos de castidad pobreza y obediencia, el día en que cumplí 20 años: el 21 de septiembre de 1986. Así que mañana tengo que dar gracias a Dios con todo mi corazón por el don de la vida y de la vocación.

Tengo relación con el Carmelo desde antes de nacer. Mi abuelo materno siempre recordaba que su madre y hermanas eran terciarias, mi abuela materna nació un 16 de julio y se llamaba Carmen, un hermano suyo fue fraile carmelita y misionero, en mi pueblo natal tuve relación con los hijos de santa Teresa de Jesús desde mi infancia… 

Entré en la Orden con 18 años, el 5 de enero de 1985, e hice mis votos religiosos el día que cumplí 20, tal como he dicho más arriba. Sin duda, puedo afirmar que el Carmelo es mi hogar y que ha modelado mi personalidad, mi manera de pensar y de vivir.

Desde que comencé mi formación en la vida religiosa hasta el presente he cambiado de conventualidad en muchas ocasiones. He vivido en pueblos y en ciudades de varios países, en grandes monasterios y en minúsculos apartamentos, en casas de formación, en centros de espiritualidad, en parroquias, en santuarios, en misiones… 

En este momento resido en Soria. Santa Teresa de Jesús fundó aquí un convento de carmelitas descalzas en 1581 y los frailes llegamos 100 años después, en 1681. Cada comunidad hace su vida independiente en su convento, pero ambas comunidades compartimos la iglesia, que está en medio de las dos casas.

Doy gracias a Dios por todas las personas buenas que he encontrado en Soria y por todas las que he encontrado en mis anteriores destinos. De todas he aprendido algo y de todas he recibido mucho más afecto del que merezco. Dios se lo pague abundantemente. ¡Gracias a todos!