Que santa Teresita nos ayude a caminar por las sendas de la infancia espiritual, confiando en la misericordia de Dios, abandonándonos en sus manos de Padre, perseverando en la fe y en la caridad, también en los momentos de oscuridad.
«Encontré por fin mi vocación. Mi vocación es el amor» (Ms b, 3v).
Antífona: El Señor la rodeó cuidando de ella y la instruyó; extendió como un águila sus alas, la tomó y la llevó sobre sus plumas. Solo el Señor fue su guía.
V. Si no volvéis a ser como niños.
R. No entraréis en el Reino de los cielos.
Oración. Señor, Dios nuestro, que has preparado tu Reino para los humildes y sencillos; concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, nuestra hermana, para que nos sea revelado, por su intercesión, el océano de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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