Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 18 de septiembre de 2022

Quiero hundir mi raíz en ti, Señor


"En mi Getsemaní". Canto del salesiano argentino Eduardo Meana, que exprime el deseo de amar y seguir a Cristo con todas las consecuencias, también en los momentos de dificultad, más allá de los propios miedos y seguridades, confiando solo en su misericordia.

Me impresiona el inicio del canto: "Para que mi amor no sea solo un sentimiento pasajero... quiero hundir mi raíz en ti". Señor Jesús, concédenos amarte con sinceridad, con solidez, con perseverancia, convencidos de que tu gracia vale más que la vida y que solo tú tienes palabras de vida eterna.

Para que mi amor no sea un sentimiento,
tan solo un deslumbramiento pasajero;
para no gastar las palabras más mías
ni vaciar de contenido mi "te quiero".
Quiero hundir más hondo mi raíz en ti
y cimentar en solidez este mi afecto;
pues mi corazón, que es inquieto y es frágil,
solo acierta, si se abraza a tu proyecto.

Más allá de mis miedos,
más allá de mi inseguridad,
quiero darte mi respuesta:
aquí estoy para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí
hasta el final.

Duermen su sopor y temen en el huerto:
ni sus amigos acompañan al Maestro.
Si es hora de cruz, es de fidelidades;
pero el mundo nunca quiere aceptar esto.
Dame comprender, Señor, tu amor tan puro:
amor que persevera en cruz, amor perfecto.
Dame serte fiel cuando todo es oscuro,
para que mi amor sea más que un sentimiento.

Más allá de mis miedos,
más allá de mi inseguridad,
quiero darte mi respuesta:
aquí estoy para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí
hasta el final.

No es en las palabras ni es en las promesas
donde la historia tiene su motor secreto:
solo es el amor en la cruz madurado,
el amor que mueve todo el universo.
Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos,
por sobre mis seguridades y mis miedos;
y, para elegir tu querer y no el mío,
hazme, en mi Getsemaní, fiel y despierto.

Más allá de mis miedos,
más allá de mi inseguridad,
quiero darte mi respuesta:
aquí estoy para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí
hasta el final.

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