Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 11 de noviembre de 2022

Quien persevere hasta el final se salvará. Domingo 33 del Tiempo Ordinario, ciclo "c"


El domingo 20 de noviembre es la fiesta de Cristo Rey, que concluye el año litúrgico. Durante todo el presente año hemos reflexionado en la vida y en el mensaje de Cristo, siguiendo el evangelio según san Lucas (ciclo c). Dentro de dos semanas comienza un nuevo año litúrgico, en el que leeremos el evangelio según san Mateo (ciclo a). 

De momento, el domingo 13, la liturgia nos invita a no poner nuestra confianza en las cosas de la tierra (aunque sean tan preciosas como el Templo de Jerusalén), ya que todas las obras de los hombres pasarán antes o después. Solo la Palabra de Dios es estable y permanecerá para siempre.

Jesús nos invita a poner nuestra mirada en la meta última de nuestro caminar, cuando desaparecerá el mundo presente y todos los seres serán llevados a la plenitud para la que fueron creados, 

Mientras esto llega, ¿qué debemos hacer? San Pablo nos responde en la segunda lectura: Trabajar con serenidad para ganarnos el pan de cada día. Es decir, ser responsables, no olvidar nuestras obligaciones cotidianas, porque Cristo no solo se manifestará al final de los tiempos, sino que está siempre a nuestro lado, ayudándonos y bendiciéndonos en la salud y en la enfermedad, en el trabajo y en el descanso. 

¡Dichosos quienes sepan descubrirlo en los acontecimientos de cada día, porque estarán preparados para recibirlo cuando regrese en su gloria!

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