Nada te turbe, nada te espante,
quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante,
¡solo Dios basta!
Todo se pasa, Dios no se muda,
la paciencia todo lo alcanza.
Nada te turbe, nada te espante,
quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante,
¡solo Dios basta!
En Cristo mi confianza,
y de él solo mi asimiento;
en sus cansancios mi aliento,
y en su imitación mi holganza.
Aquí estriba mi firmeza,
aquí mi seguridad,
la prueba de mi verdad,
la muestra de mi firmeza.
Ya no durmáis, no durmáis,
pues que no hay paz en la tierra.
No haya ningún cobarde,
¡aventuremos la vida!
No hay que temer, no durmáis,
¡aventuremos la vida!
y de él solo mi asimiento;
en sus cansancios mi aliento,
y en su imitación mi holganza.
Aquí estriba mi firmeza,
aquí mi seguridad,
la prueba de mi verdad,
la muestra de mi firmeza.
Nada te turbe, nada te espante,
quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante,
¡solo Dios basta!
Ya no durmáis, no durmáis,
pues que no hay paz en la tierra.
No haya ningún cobarde,
¡aventuremos la vida!
No hay que temer, no durmáis,
¡aventuremos la vida!
Nada te turbe, nada te espante,
quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante,
¡solo Dios basta!
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