Fue periodista, presidente de la unión de periodistas católicos, traductor, profesor en varios institutos de secundaria y en la universidad de Nimega, de la que también fue rector magnífico.
Hombre muy culto, alma de profunda vida interior y de gran ardor apostólico. Combinó admirablemente la fidelidad a la observancia religiosa y una infatigable actividad evangelizadora, escribiendo libros y artículos periodísticos, organizando congresos, dando clases y conferencias.
Oración colecta.
Oración sobre las ofrendas.
Durante la ocupación nazi de Holanda, se opuso a la ideología nazista y a las leyes raciales, trabajando con ahínco por la libertad de enseñanza y de la prensa católicas.
Arrestado por los nazis, tras un largo calvario de cárceles, fue llevado al campo de concentración de Dachau. Sometido allí a terribles torturas corporales y psíquicas, supo llevarlo con serenidad de espíritu y total aceptación del dolor, que le unía a la pasión de Cristo. Tratado como cobaya para experimentos químicos, murió el 26 de julio de 1942. Fue beatificado en 1985 y canonizado en 2022.
Oración colecta.
Oh Dios Padre, fuente y origen de la vida, que has dado la fuerza de tu Espíritu a san Tito Brandsma, para que en el calvario de la persecución y del martirio proclamase la libertad de la Iglesia y la dignidad del hombre; concédenos, por su intercesión, no avergonzarnos del evangelio en la construcción de tu reino de justicia y de paz y poder descubrir en cada acontecer de la vida tu presencia misericordiosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,3-13).
Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús. Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado. Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. Y el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos. Entiende lo que quiero decirte, pues el Señor te dará la inteligencia de todo.
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi evangelio; por él estoy sufriendo hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la Palabra de Dios no está encadenada. Por esto todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con la gloria eterna.
Es cierta esta afirmación: Si hemos muerto con él, también viviremos con él; si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará; si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial (17).
El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz
y mi grito llegó a sus oídos.
Me acosaban el día funesto,
pero el Señor fue mi apoyo:
me sacó a un lugar espacioso,
me libró porque me amaba.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,27-36).
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis solo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de los fieles
Felices de compartir con san Tito Brandsma la fe que confesó a tan alto precio, dirijamos nuestras plegarias a Dios por las necesidades del mundo.
1. Por la Iglesia, para que permanezca unida, presentando valientemente al mundo la buena noticia de la liberación del pecado y de la muerte. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
2. Por todos los gobernantes: para que nos guíen con justicia y caridad, de modo que pueda ser respetada la dignidad de todos. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
3. Por los cristianos que sufren persecución a causa de su fe: para que no cedan al odio y puedan tener la valentía de avanzar por el “túnel oscuro”, sabiendo que al final brilla para ellos la luz eterna. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
4. Por los carmelitas de todo el mundo: para que María sea nuestro ejemplo, de modo que, teniendo a Dios con nosotros, nuestra vida pueda irradiar misericordia y compasión y llevar nuestro mundo a Cristo. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
5. Por la paz en nuestro días: para que, por intercesión de san Tito, que encontró su “paz más profunda” en el Señor, los corazones humanos, especialmente los que están en guerra, se vean libres del miedo, del odio y de la violencia, de modo que el espíritu y el amor de Cristo reine en el corazón de todos. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
6. Por las personas sin techo, los emigrantes, los refugiados y los desplazados a causa de la guerra o de desastres naturales: para que el amor de los cristianos llegue a ellos en forma de compasión y ayuda concreta.
Dios, Padre nuestro, por intercesión de san Tito Brandsma, que entregó su vida por su fidelidad a evangelio, concédenos que su amor por ti hasta la muerte dirija nuestra mirada sin dudar hacia la luz de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las ofrendas.
Padre santo, acepta los dones que te presentamos en honor de tu mártir carmelita san Tito Brandsma y sean a tus ojos ofrenda tan preciosa como el derramamiento de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración después de la comunión.
Oración después de la comunión.
Padre celestial, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que el mártir Tito Brandsma se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedor en el tormento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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¡Dios de la paz y de la justicia, tú que abres nuestros corazones al amor y a la alegría del evangelio, incluso en medio de las innumerables formas de violencia que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas, ayúdanos con tu gracia, para que, como san Tito Brandsma, podamos, con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy, Amén.
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