Pido al Señor que conceda una feliz y santa Navidad a todos los lectores de mi blog, a todos los amigos que he encontrado a lo largo de mi vida en distintos lugares y a todos los que sigo encontrando cada día a través de internet.
Si ustedes son personas de fe y esperanza, ¡felicidades! porque Jesús viene para darles vida eterna.
Si ustedes son pecadores, ¡felicidades! porque Jesús viene a traerles el perdón.
Si están contentos, ¡felicidades! porque Jesús viene a llevar su alegría a plenitud.
Si están tristes, ¡felicidades! porque nace para ustedes la fuente de la verdadera alegría.
Él es la fuente de la bienaventuranza que nos invita a beber de sus fuentes cristalinas. Él es nuestra paz. A él la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos. Amén.
Les recuerdo que si hacen caso a este niño no les dejará dormir tranquilos.
Este niño les cambiará la vida: les pedirá que ayuden a los necesitados, que amen a todos, que compartan su tiempo y sus cosas con los demás, que perdonen a los que les ofenden…
Háganle caso y verán todo lo que reciben a cambio. ¡Merece la pena!
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