Esta bellísima escultura en estilo neobarroco fue tallada el año 2012 en madera de cedro por Juan Alberto Pérez Rojas (nacido en 1982), para la parroquia de la Encarnación de Marbella.
Las imágenes y cofradías en honor de la Virgen de la Esperanza hacen referencia a dos acontecimientos en la vida de Nuestra Señora.
- En primer lugar están las que se refieren a su embarazo, a los meses previos al parto (de esta vamos a hablar hoy y recogemos numerosas fotos).
- Hay otro grupo que hace referencia a la esperanza en la resurrección del Señor, después de su sepultura (a ese grupo corresponden las populares Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena de Sevilla, de las que hablaremos en otra ocasión).
La Virgen de la Esperanza es la mejor figura del Adviento. La Virgen se prepara para el nacimiento de su Hijo, que ya está en su interior y nos invita a nosotros a prepararnos para acogerlo, aunque ya camina a nuestro lado.
La fiesta litúrgica en honor de la Virgen de la Esperanza se celebra desde tiempos muy antiguos el 18 de diciembre. En el décimo concilio de Toledo (año 656) se estableció que se llamara «fiesta de la expectación del parto de nuestra Señora». En el decreto conciliar se dice: «Se establece por especial decreto que el día octavo antes de la Natividad del Señor se tenga como celebérrimo y preclaro en honor de su santísima Madre».
La fiesta litúrgica en honor de la Virgen de la Esperanza se celebra desde tiempos muy antiguos el 18 de diciembre. En el décimo concilio de Toledo (año 656) se estableció que se llamara «fiesta de la expectación del parto de nuestra Señora». En el decreto conciliar se dice: «Se establece por especial decreto que el día octavo antes de la Natividad del Señor se tenga como celebérrimo y preclaro en honor de su santísima Madre».
En dicha celebración se hace memoria de la encarnación del Señor en el vientre de María y de la plena colaboración de María con los planes de Dios. María es la mujer orante, que escucha la Palabra de Dios, y es el modelo de la Iglesia, que pone en práctica la Palabra de Dios.
A lo largo de los siglos, los justos de Israel habían esperado en el cumplimiento de las promesas de redención hechas por Dios por medio de sus profetas. En la plenitud de los tiempos, la esperanza de Israel y de la humanidad entera se concentra en María, la humilde sierva del Señor, que cree y espera con confianza que Dios cumplirá lo que anuncia.
Nuestra Señora «de la Expectación» o «de la Esperanza» es también llamada Nuestra Señora «de la dulce Espera» y Virgen «de la O».
Nuestra Señora «de la Expectación» o «de la Esperanza» es también llamada Nuestra Señora «de la dulce Espera» y Virgen «de la O».
Este último nombre proviene de las antífonas del magníficat, que se rezan cada tarde en vísperas los días previos a la Navidad y que todos los días comienzan con la exclamación «Oh»: «Oh Sabiduría que brotaste de los labios del Altísimo… Oh llave de David… Oh Estrella de la Mañana…»; por lo que Virgen de la O es sinónimo de Virgen de la Esperanza.
En Oriente, los iconos con la Virgen María en actitud de oración, con los brazos abiertos, y el niño Jesús colocado en un círculo sobre su vientre, son muy comunes. Suelen estar colocados en la parte superior del presbiterio, a veces ocupándolo por completo.
Esta representación de la «Theotokos» (= 'Madre de Dios') es llamada «Panaghía» (= 'Toda Santa') y también «Platytera» (= 'más ancha o amplia' que los cielos) o «Virgen del Signo» (en referencia a una profecía de Isaías que dice: «Os voy a dar un signo, la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa Dios con nosotros»).
A partir de la Edad Media, las pinturas y esculturas de la Virgen María embarazada también se generalizaron en Occidente.
En algunas ocasiones se representa a María embarazada y cerca al arcángel Gabriel (en la anunciación). Otras veces se representa a María embarazada junto a su prima Isabel, también en estado (en la visitación). Otras se la representa sola.
Muchas veces, sobre el vientre abultado se coloca un círculo, un sol, o una pequeña representación del Niño Jesús. En algunos casos más raros, en el vientre de la imagen hay una puertecita que se abre, para reservar el Santísimo sacramento, sirviendo la imagen de Sagrario.
Normalmente, la Virgen tiene una mano sobre el vientre (indicando que está embarazada) y en la otra tiene un libro (indicando que se cumplen las profecías y la Palabra de Dios se hace carne en sus entrañas) o tiene la mano levantada (como si estuviera hablando con el ángel Gabriel, indicando que acepta colaborar con el proyecto de Dios).
Esto es lo normal, pero hay algunas variaciones: en algunos casos tiene una azucena en la mano (símbolo de la virginidad), en otros casos tiene las dos manos abiertas (símbolo de acogida al plan de Dios) o juntas (símbolo de oración).
María es modelo de esperanza en las promesas de Dios, que se cumplen siempre y es también fuente de nuestra esperanza, tal como rezamos en la Salve: «Vida, dulzura y esperanza nuestra, a ti clamamos». En ella pone su confianza el pueblo cristiano, sabiendo que nunca abandona a sus hijos.
María es modelo de esperanza en las promesas de Dios, que se cumplen siempre y es también fuente de nuestra esperanza, tal como rezamos en la Salve: «Vida, dulzura y esperanza nuestra, a ti clamamos». En ella pone su confianza el pueblo cristiano, sabiendo que nunca abandona a sus hijos.
Escultura en el exterior de la iglesia de San Martín de Noya (La Coruña, España). Aunque el templo actual es gótico, reutiliza elementos de un edificio románico anterior y las nuevas esculturas conservan el estilo antiguo.
Nuestra Señora de la Esperanza, escultura en piedra del siglo XIII en la catedral de León (España).
Nuestra Señora de la Esperanza, escultura en piedra del siglo XIII en la colegiata de Toro (España).
María grávida, siglo XIII. Galería nacional de Praga (Chequia).
Esta elegante tabla de la «Madonna del Parto», pintada por el florentino Nardo di Cione hacia 1350 se conserva en el museo Bandini de Fiesole. Este artista representó esta escena en distintas ocasiones, con algunos elementos comunes: La Virgen apoya una mano sobre su vientre y en la otra lleva libro, símbolo de las Sagradas Escrituras, que anuncian el nacimiento del mesías de una Virgen, tal como ya hemos explicado.
Fresco de Taddeo Gaddi, discípulo de Giotto, pintada a mediados del siglo XIV. Se conserva en la iglesia de san Francisco de Paula de Florencia.
Escultura de María encinta del siglo XIV. Se conserva en el museo de arte gótico del convento de santa Inés en la ciudad de Praga (República Checa).
Esta impresionante tabla, pintada hacia 1390 para la iglesia de santa Catalina de Venecia, actualmente se encuentra en la galería de la academia de Venecia.
Obra de Antonio di Francesco, conocido como "Veneciano", pintada a finales del siglo XIV. Se conserva en la abadía de san Lorenzo en Montefiésole.
Esta es una de las obras más famosas de Piero della Francesca, pintada al fresco en 1457 para la iglesia de la Madonna del Parto de Monterchi. Llama la atención el vestido pintado con lapislázuli de Afganistán. está dentro de una tienda, como antiguamente el arca de la alianza en la tienda del encuentro, para indicar que en su vientre se hace presente el Dios-con-nosotros.
Escultura en piedra de principios del siglo XVI, museo Liebieghaus en Swabia (Alemania).
Virgen del Sol, inicios del siglo XVI, mezquita-catedral de Córdoba.
Virgen de la O, siglo XVI, iglesia de santa María en Montemor o Velho (Portugal).
Marfil filipino, siglo XVI.
Imagen renacentista que se conserva en el museo catedralicio de Valladolid.
Vírgen de la Expectación del Parto, siglo XVII, palacio arzobispal de Lima.
Imagen barroca de Nuestra señora de la Expectación del parto de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario Cádiz.
Una de las obras maestras del rococó en España es la Virgen de la Expectación que esculpió Luis Salvador Carmona en 1740 para Medina de Rioseco (Valladolid).
Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, obra de escuela valenciana de mediados del siglo XVIII, que se conserva en las clarisas de Orihuela (Alicante).
Escultura de Nuestra Señora de la O realizada por Manuel García de Santiago entre 1785 y 1788 para la parroquia de Nuestra Señora de la O de Chipiona (Cádiz).
Nuestra Señora de la esperanza, patrona de Onda (Castellón), en su santuario de los carmelitas a las afueras de la ciudad. La obra actual es de 1956 y copia la antigua, destruida en la guerra.
Nuestra Señora de la O, que da nombre a la «freguesia do Ó», popular barrio de la ciudad brasileña de São Paulo.
Nuestra Señora de la Expectación en la catedral de San Luis Potosí (México), con la imagen del Niño Jesús en el vientre.
Imagen del siglo XVI de la Nuestra Señora de la Expectación, Virgen de Zapopán, patrona de Guadalajara (México). En la medalla sobre el vientre lleva una imagencita del Niño Jesús.
Nuestra Señora de la expectación, santuario de santo Tomás en Chennai (India).
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