Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 22 de agosto de 2024

Significado del pan de la eucaristía. ¿Por qué Jesús eligió el pan para hacerse presente?


Esta pintura, realizada el año 2012, es obra de la artista canadiense Tianna Williams, que la ha titulado "He will reign". Ella explica que, aunque haya situaciones de oscuridad y violencia a nuestro alrededor, nunca dejará de cumplirse la promesa del Señor: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". En la eucaristía podemos gozar de esa presencia, que nos alimenta y nos da la paz verdadera.

Ya hemos tenido ocasión de explicar que en el pan que usamos en el ofertorio de la misa se unen armónicamente la obra de Dios y la del hombre. Al ofrecérselo a Dios, le devolvemos lo que recibimos de él y lo unimos a nuestros trabajos y a nuestras esperanzas. Sigamos profundizando en este argumento.

En la última cena, Jesús consagró el pan y el vino. En la cena pascual se utilizaban otros alimentos (verduras amargas, cordero, dulces...), pero Jesús solo tomó el pan y el vino para darles un sentido nuevo, muy concreto. Estos son los dones que la Iglesia presenta sobre el altar, en fidelidad a su Señor, que nos mandó: «Haced esto en conmemoración mía». En el pan y en el vino consagrados, se hace presente Jesús resucitado para ser nuestro alimento y compañero de camino.

¿Por qué eligió Jesús pan para darnos su Cuerpo?

El pan de trigo es el alimento fundamental en la cuenca mediterránea. El más barato, el más abundante y el más necesario.

Si Jesús hubiera vivido en América, posiblemente habría utilizado las tortillas de maíz. Si hubiera vivido en África, habría usado la masa de mijo (cereal parecido al alpiste). Si hubiera vivido en Asia habría utilizado el arroz.

En todas las culturas hay algún cereal que se utiliza como alimento básico de la población: fácil de cultivar y de preparar, rico en hidratos de carbono, altamente digestivo.

Jesús vivió en Israel y su alimento básico era el pan de trigo; y este es el que usó en la última cena y el que eligió para darnos su propio Cuerpo como alimento.

Desde tiempos remotos el pan se convirtió en símbolo de lo necesario para vivir: Dios dijo a Adán: «te ganarás el pan con el sudor de tu frente» (Gen 3,19).

El pan se refiere a lo necesario: alimento, vestido, alojamiento, educación de la prole... El pan no es lo refinado ni lo exótico ni lo caro, sino lo simple y accesible.

Cuando está tasado, aprieta la necesidad; cuando falta, sobreviene el hambre: «El hambre apretó en la ciudad, porque no había pan para la población» (Jer 52,6). Cuando abunda, por el contrario, es signo de prosperidad.

El pan es humilde y sencillo, se puede comparar con la prosa de cada día, con lo ordinario, lo cotidiano. Allí se hace presente Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario