Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 24 de abril de 2024

Creo en Dios, fuente inagotable de vida


Creo en Dios, fuente inagotable de vida,
comunidad que vive y nos llama a vivir
en comunión infinita de amor.

Creo en Dios que, con amor de Padre y Madre,
engendra y da luz a este mundo,
lo amamanta, lo protege, lo educa y lo renueva constantemente.

Creo en Jesús de Nazareth,
el primero de los últimos, el último de los primeros,
expresión plena de la humanidad de Dios.

Creo en el Espíritu Santo,
presente donde quiera que la vida esté fluyendo.


Creo en el ser humano como proyecto inacabado de Dios
y llamado a convertirse
en su verdadera imagen y semejanza.

Creo que la historia es el lugar de encuentro
entre Dios y los seres humanos,
en diálogo plenamente libre y totalmente abierto al futuro.

Creo en el reino de Dios
como utopía que alimenta nuestra esperanza
y moviliza y orienta nuestra práctica de fe.


Creo en la Iglesia como pregón de ese reino
llamada, como "sal de la tierra" y "luz del mundo",
a darle sabor y sentido a la existencia de este.

Creo en la vida después de la muerte,
como el reencuentro gozoso
de todas las criaturas con el Creador
en la fiesta final y eterna del Universo.

En eso creo. Amén.

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