La Befana es una bruja fea pero buena, con una nariz larga, llena de granos, que vuela en una escoba la noche del 5 al 6 de enero, entrando por las chimeneas de las casas en las que hay niños. A los que se han portado bien durante el año les deja dulces, dinero y regalitos en los calcetines. A los que se han portado mal, les deja carbón.
Se cuenta que los Reyes Magos llamaron a su casa pidiendo asilo en su camino hacia Belén. Ella no quiso dárselo ni unirse a ellos, pero después se arrepintió y salió en su busca. Desde entonces ofrece un regalito a cada niño, por si acaso ese es el Niño Jesús, al que no quiso adorar en Belén.
Es tradición que en cada casa dejen preparado un plato con una sardina-arenque, cebollas en vinagreta y un vaso de vino rojo para que se lo beba la Befana.
Entre otras cosas, se suele cantar en su honor: «La Befana vien di notte / con le scarpe tutte rotte / con le toppe alla sottana. / Viva, viva la Befana!». Que significa: «La Befana viene de noche, con los zapatos totalmente rotos y el vestido lleno de remiendos. ¡Viva la Befana!».
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