Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 6 de diciembre de 2022

Canto popular argentino a san Nicolás de Bari


El 6 de diciembre es la fiesta de san Nicolás de Bari, que es el patrón de la ciudad y provincia de La Rioja, en Argentina, aunque allí lo celebran el 4 de julio con grandes festejos. A veces lo acompaña en la procesión la imagen de la Virgen del Valle.

El 31 de diciembre y el 3 de enero tienen otra fiesta, que llaman "el tinkunaco" (palabra que significa "encuentro" en quechua). Una graciosa imagen del "Niño Jesús Alcalde", dentro de una urna de cristal, sale en procesión desde el templo de san Francisco y la imagen de san Nicolás de Bari sale de la catedral, se encuentran en la plaza y regresan a la catedral entre cantos de alegría, sonido de campanas y aplausos. 

Los "aillys" (expresión andina, que significa "hombres buenos") representan a los indígenas y acompañan al Divino Niño. Los "alféreces" representan a los españoles y acompañan a san Nicolás. San Nicolás y los españoles rinden homenaje al Niño Jesús, "alcalde del mundo" y a los nativos. El intendente (= alcalde) entrega la llave de la ciudad al Niño, reconocido como suprema autoridad. Después, todos regresan en procesión a la catedral. El Niño preside el altar hasta el día 3 de enero, que regresa a su templo de San Francisco y San Nicolás regresa a su lugar de honor en el templo mayor.

Estos cantos a san Nicolás tienen distintas músicas y adaptan las letras, pero son muy populares y conocidos por todos. Aquí los entonan varios músicos famosos en la Argentina.

Yo tengo una medallita
del santo "San Nicolás",
medalla muy milagrosa,
que toda mi vida
me va a acompañar.

Cuando yo tengo una duda,
cuando me aflige un penar,
invoco a la medallita
y entonces mi santo
me viene a alumbrar.

En la fiesta de La Rioja
de san Nicolás,
los "alférez" y los "aillys"
cantan su bondad.
Ya sale la procesión,
al frente san Nicolás.
Yo digo: así ha de ser
ha de ser -cómo no-,
porque él es el santo
de mi devoción.

San Nicolás de La Rioja,
¡Tatita san Nicolás!,
el de la cara morena
y el corazón como el pan,
que de noche se desvela
para cuidar su ciudad
y escucha nuestra plegarias
en la iglesia catedral.
San Nicolás de La Rioja,
¡Tatita san Nicolás!
Alabado sea tu nombre,
nuestro padre celestial.
Achalai, mi santo,
achalai, mi Rioja
achalai, los vientos
que hablan de mi raza,
achalai, mis ecos 
de mi antiguo idioma,
achalai, mi Rioja,
tus hijos te cantan.

El Niño está en San Francisco,
el Santo en la catedral;
salen las dos procesiones
que, frente de la plaza,
se van a encontrar.
Lo llaman el "trovamiento"
del santo San Nicolás;
una promesa me toca:
volver a la Rioja,
llegar a su altar.

En la fiesta de La Rioja
de san Nicolás,
los "alférez" y los "aillys"
cantan su bondad.
Ya sale la procesión,
al frente san Nicolás.
Yo digo: así ha de ser
ha de ser -cómo no-,
porque él es el santo
de mi devoción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario