En este canto, Luis Alfredo Díaz toma algunas frases del poema:
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite aliento.
Señor, cuando, tenga un disgusto, alguien a quien pueda consolar.
Cuando necesite que se ocupen de mí, mándame alguien de quien deba ocuparte;
Cuando me sienta humillado, cuando sea despreciado, haz que siempre tenga a quien alabar. (bis)
Este es el texto entero de la madre Teresa:
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
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