Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

martes, 24 de septiembre de 2024

Historia de Nuestra Señora de la Merced y de los mercedarios


El 24 de septiembre se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, redentora de cautivos (también llamada Virgen de la Misericordia o de la Compasión). En muchos lugares del mundo, especialmente en las iglesias mercedarias, se celebra una novena de preparación a la fiesta.

En la Edad Media, una importante obra de misericordia, o de merced, era redimir a los cautivos, tal como testimonia el rey Alfonso X el Sabio: «Sacar a los hombres de su cautividad es cosa que place mucho a Dios, porque es obra de merced». Los cautivos eran los cristianos esclavizados por los musulmanes.

Desde los años 1202-1203, san Pedro Nolasco se dedicó a comprar la libertad de cautivos con sus bienes, llegando a redimir a unos 300. Pronto se le unieron otras personas, que fundaron cofradías para ayudarle en esa misión.

Cuenta la tradición que en 1218 la Virgen María se le apareció y le pidió que fundara una Orden religiosa para continuar con la obra que él ya había comenzado.

-"¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mí?"

-"Yo soy María, la que dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo: Mira que este ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción, y a ti una espada vendrá a atravesarte el alma".

-"¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?"

-"No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde esta congregación en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán signo de contradicción para muchos".

Ese mismo año de 1218 los primeros religiosos mercedarios (san Pedro Nolasco y sus compañeros) tomaron el hábito en la catedral de Barcelona, consagrándose al servicio de Dios, liberando a los cristianos cautivos en cárceles sarracenas y viviendo según la regla de san Agustín.

En las constituciones del año 1272 el título oficial es: "Orden de la Virgen de la Merced, de la redención de los cristianos cautivos, de santa Eulalia de Barcelona".

Los religiosos se dedicaron a predicar la caridad en nombre de la Virgen de la Merced, recogiendo donativos en pueblos y ciudades para pagar el rescate de los cristianos encarcelados. Cuando no tenían suficiente dinero, se ofrecían a quedarse en la cárcel en lugar de los cautivos, permitiendo que ellos regresaran a sus hogares para recaudar lo que sus carceleros pedían como rescate.

Hasta el siglo XIV, los maestros generales eran caballeros laicos y su organización era similar a la de las otras Órdenes militares. Posteriormente se transformaron en Orden mendicante.

Hoy la familia mercedaria está compuesta por los frailes mercedarios, las monjas mercedarias, algunas congregaciones afiliadas, así como grupos de fraternidades laicales. También hay algunos mercedarios descalzos y mercedarias descalzas, fruto de una reforma del siglo XVI.

María de la Merced es patrona de varias instituciones españolas, comenzando por las penitenciarias. La presencia de numerosos mercedarios en la evangelización de América hizo que esta advocación mariana arraigara en numerosos lugares del Nuevo Mundo. Así, la Virgen de la Merced es patrona de la República Dominicana, además de muchas ciudades y municipios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Venezuela, Uruguay… 

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