Medinaceli

El próximo sábado 28 de septiembre tendremos la primera convivencia de este curso. Por la mañana visitaremos Medinaceli y por la tarde el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. ¡Sumérgete en un baño de arte, historia y espiritualidad con nosotros!

Medinaceli, además de ser uno de los pueblos más bonitos de España, es un resumen de la historia de nuestro país, ya que por allí han pasado varias civilizaciones a lo largo de los siglos y cada una ha dejado sus huellas.

La antigua ciudad íbera de "Occilis" se convirtió en una importante ciudad en época romana a partir del 153 a.C. De hecho, se conservan artísticos mosaicos, restos de construcciones, una fuente y un arco de triunfo de tres vanos (el único de ese tipo en España, que se usa como símbolo para señalar los monumentos históricos en las ciudades españolas). Las salinas fueron una importante fuente de riqueza, utilizadas ininterrumpidamente durante 2000 años, desde la época romana hasta 1994.

También quedan restos de épocas visigoda y de la dominación musulmana, así como de una sinagoga judía. 

El año 946, Medinaceli se convirtió en la capital de Al-Musata, la "Marca Media". En su alcazaba (palacio del gobernador musulmán) murió Almanzor en 1002. Después de muchas batallas, fue definitivamente reconquistada por los cristianos el año 1129. Aunque siguió siendo lugar de enfrentamientos entre castellanos y aragoneses, ya que ambos reinos la querían para sí, por ser punto de entrada a la meseta castellana y al Valle del Ebro.

La gran plaza mayor está situada encima del antiguo foro romano. Tiene una superficie de más de cinco mil metros cuadrados. En ella se encuentran el palacio renacentista de los duques de Medinaceli, del siglo XVI, aunque muy reformado en los siglos XVII y XVIII. Tiene salas de exposiciones en la planta baja. 

En la misma plaza está la alhóndiga, también del siglo XVI, que albergó el concejo (ayuntamiento), las oficinas de los mercaderes de cereal y la cárcel.

La colegiata de la Asunción, de estilo gótico tardío, se construyó sobre una antigua iglesia románica y sirvió desde el siglo XVI para unificar el culto que hasta entonces se ofrecía en las 11 parroquias de la villa. Conserva importantes retablos, pinturas, esculturas y rejas de hierro forjado, especialmente la del presbiterio y la del coro bajo. También conserva una hermosa imagen del siglo XVI de Jesús de Medinaceli y un buen órgano barroco.

De los cuatro monasterios que había en la villa, solo sigue abierto y con monjas el de las clarisas, con la antigua iglesia parroquial de san Martín como templo conventual, aunque muy transformada por haber sufrido varios incendios a lo largo de los siglos.

En nuestros días solo cuenta con algo más de 600 habitantes, sumando el núcleo urbano, el Medinaceli nuevo en torno a la estación del tren y las 10 pedanías que dependen de su municipio.

Vista aérea de la villa ducal de Medinaceli.

Arco romano de tres vanos.

Mosaicos de la época de dominación romana.

Puerta de acceso en la muralla árabe.

Restos del antiguo castillo, que tanta importancia tuvo en el pasado.

Rollo medieval, en el que se ejecutaban los reos condenados a muerte, signo de la jurisdicción de los señores de la villa.

Ermita del humilladero, a las afueras de la población.

Típicos soportales en algunas edificaciones antiguas.

Hermoso rincón de la plaza mayor, con la torre de la colegiata, al fondo.

Edificio de la alhóndiga, actual sede del ayuntamiento.

Palacio del marqués de Casablanca.

Palacio de los duques de Medinaceli.

Exterior de la colegiata.

Maravillosa reja del presbiterio.

Retablo del altar mayor, con tumbas de duques de Medinaceli a los lados.

Órgano de la colegiata.

Procesión con la imagen de Jesús de Medinaceli por las calles de la villa.

Convento de santa Isabel, de monjas clarisas.

Altar principal del monasterio de clarisas (antigua iglesia de san Martín).