Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

domingo, 12 de febrero de 2023

Jesús es el cumplimiento del Antiguo Testamento


Hoy es el domingo sexto del Tiempo Ordinario (ciclo "a"). 
Hace dos semanas comenzamos a leer el sermón de la montaña con el texto de las bienaventuranzas, en el que Jesús nos dice que podemos ser felices aunque las cosas no sean perfectas. Las contradicciones y el sufrimiento no eliminan una felicidad que proviene del saber que Dios tiene un proyecto salvador sobre nosotros y sobre el mundo.

El domingo pasado escuchamos la invitación que Jesús nos hace a ser luz del mundo y sal de la tierra, pareciéndonos a él, revistiéndonos de sus sentimientos, siguiendo sus pasos.

Hoy continúa la enseñanza del Señor, que nos dice que no ha venido a abolir la ley y los profetas (es decir, el Antiguo Testamento), sino a dar cumplimiento a lo que ellos anunciaban.

Después continúa con esta enseñanza: "Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda".

Hoy como ayer, tenemos el peligro de perdernos en cosas secundarias, en el "envoltorio" de nuestra religión. Jesús nos presenta lo esencial, que es nuestra relación con Dios y con los hermanos, vivida con autenticidad, sin dobleces, desde el amor y la misericordia. 

La semana que viene leeremos el texto más difícil de toda la Biblia: Estamos llamados a amar a todos, también a los enemigos. Esto no significa que nos caigan bien o que sean simpáticos. Se trata de otra cosa, pero de eso hablaremos la semana próxima, si Dios quiere.

Lo que está claro es que solo puede amar el que se siente amado, solo puede perdonar el que se sabe perdonado, solo puede ser bendición para los demás el que se experimenta bendecido.

Que el amor de Cristo habite en nuestros corazones, para que podamos amar a nuestros hermanos con el amor que recibimos de él. ¡Feliz domingo a todos!

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