Saludos desde Jerusalén. He hablado muchas veces de esta ciudad y siempre se pueden decir cosas nuevas de ella. Mi corazón se estremece cada vez que visito los lugares donde tuvieron lugar los misterios fundamentales de nuestra fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. Les comparto algunas fotografías de esta ciudad tan fascinante.
Vista de la ciudad al atardecer desde la iglesia ortodoxa de santa María Magdalena, en el Huerto de los Olivos.
Las puertas doradas, que daban a la explanada del templo (hoy de las mezquitas), frente al monte de los olivos. Los musulmanes las tapiaron porque los judíos pensaban que por ellas entraría el mesías en el momento oportuno.
La cúpula por dentro. Los doce rayos que parten del óculo por donde entra la luz representan a los doce apóstoles, llamados a extender la luz de Cristo por toda la tierra.
El museo de la torre de David, situado en la antigua ciudadela de la ciudad, en el barrio armenio, junto a la puerta de Jaffa.
Murallas de la ciudad. No son las de la época de Jesús, sino las que mandó levantar Saladino en el siglo XVI.
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