Este cuadro representa a la madre Tomasa Josefa de san Rafael, fundadora del monasterio de carmelitas descalzas de Popayán (Colombia). En la cartela se añaden otros datos y el nombre del autor de la obra: «Falleció de edad de 66 años con una muerte tan preciosa como lo fue su vida, y general sentimiento de sus amantísimas hijas y de toda la ciudad. Manuel Merchán Cano me fecit en Popayán el día 1 de octubre, año de 1768».
Ya explicamos ayer que los retratos de monjas coronadas fueron típicos de la sociedad americana de los siglos XVII y XVIII. También indicamos que hay dos tipos principales de cuadros: los que representan a la religiosa el día de su profesión y los que la representan difunta.
Los primeros los mandaban hacer sus familiares, para tener un recuerdo suyo en sus casas y ayer recogimos las fotografías de 10 ejemplares.
Los segundos se realizaban cuando las religiosas habían llevado una vida ejemplar y servían para la devoción de las monjas del monasterio y otras instituciones, que querían recordarla. De estos hablamos hoy.
Los retratos de monjas difuntas seguían el esquema de las numerosas representaciones de la Virgen María yacente. En los iconos orientales y en las catedrales medievales europeas, se la representa tumbada sobre una cama en el momento de expirar y Jesús detrás, que recoge su alma.
Representación de la «dormición» o «tránsito» de la Virgen María. Siglo XVIII. De la boca salen unas rayitas blancas, que representan su alma que va al Padre eterno.
Imagen de la Virgen yacente rodeada de flores, que cada año se sigue colocando el 14 de agosto en numerosas iglesias de España, Italia e Hispanoamérica.
Este es un cuadro español, pintado por Bartolomé González en 1617. Representa a la infanta Margarita Francisca, del monasterio de las descalzas reales de Madrid. Lleva el hábito de clarisa y la corona de flores. Es de una gran perfección técnica, pero es mucho más sencillo que los retratos de monjas coronadas americanos.
Carmelita descalza del siglo XVIII, del convento del Carmen de Morelia (México). La inscripción de la cartela es ilegible, por lo que no sabemos los motivos por los que la consideraron "ejemplar", para conservar su retrato y proponerla como modelo de vida.
En la cartela de esta monja dominica está escrito: «La venerable madre sor María Gertrudis Teresa de santa Inés nació en Pamplona en 2 de febrero de 1668. Entró religiosa en el convento de santa Inés de la ciudad de Santa Fe en 24 de mayo de 1683, profesó en 13 de junio de 1684. Murió en olor de eminente santidad en 28 de noviembre de 1730». Es uno de los 46 retratos de monjas coronadas que conserva la colección del "Banco de la república", en Bogotá (Colombia).
Llama la atención el cuidado del retratista en plasmar las características de esta monja concepcionista, cuya palidez contrasta con el vivo color de las flores. En la cartela se puede leer: «La reverenda madre sor María Josefa Francisca de san Rafael, insigne en toda virtud, especialmente en obediencia y humildad. Profesó año de 1672. Falleció a 9 de abril, año de 1728». Se conserva en una colección particular.
En la cartela de esta monja agustina se lee: «Verdadero retrato de la venerable hermana Magdalena de Cristo. Fundadora del convento de nuestra madre santa Mónica de agustinas recoletas de Guadalajara, como lo fue de las de Puebla de los Ángeles, donde profesó de 20 años de edad. Fue religiosa 44 y falleció a 28 de abril de 1732». Se conserva en el museo de arte religioso de Puebla (México).
Este tipo de representaciones siguió siendo muy común en el siglo XIX, como se puede ver en este retrato de la "muy reverenda madre Francisca Teresa de Jesús".
Estas pinturas dejaron de realizarse cuando se generalizó el uso de la fotografía. Esta fue tomada el año 1897 a la carmelita francesa santa Teresita de Lisieux.
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