Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

jueves, 12 de enero de 2023

La vida sencilla de Jesús, José y María


Este cuadro representa la carpintería de Nazaret y fue pintado en Bolivia en el s. XVII. Los ángeles ayudan a la Sagrada Familia en las tareas cotidianas. Es muy hermoso, pero la infancia de Jesús fue distinta, más sencilla. María y José vivieron de fe, mientras el niño «crecía en edad, en sabiduría y en gracia» (Lc 2,52).

Jesús, en toda su predicación y especialmente en el sermón de la montaña, llamó dichosos (= bienaventurados, felices) a los sencillos, los pobres de espíritu, los humildes, los pequeños. Es decir, a los que viven como María y José en Nazaret, dedicados al trabajo, a la vida familiar, a la oración, a las relaciones con los vecinos... descubriendo la cercanía de Dios en la vida cotidiana.

Tenemos que aprender de santa Teresita a dar importancia a las cosas pequeñas, a los pequeños gestos cotidianos en los que se manifiesta el amor, a no poner la confianza en nuestras obras, sino en la misericordia de Dios. Ella decía antes de morir:

«Yo no puedo apoyarme en nada, no puedo apoyarme sobre ninguna de mis obras para tener confianza... Pero la conciencia de esta pobreza ha sido para mí una verdadera luz. He pensado que nunca en mi vida he podido pagar ni una sola de mis deudas con Dios y que esto, si yo quería, era para mí una verdadera riqueza y una fuerza... Me doy cuenta que esta gracia no se puede pagar... ¡Se siente una paz tan grande al saberse absolutamente pobre y no contar más que con Dios!» 

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