Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 16 de enero de 2023

Los doce apóstoles. Esculturas en la basílica de San Juan de Letrán en Roma


La foto representa las esculturas de los doce apóstoles que se conservan en las hornacinas que realizó Borromini entre 1646 y 1649 en la nave central de la basílica de san Juan de Letrán (la catedral de Roma). La he tomado del blog del fotógrafo español Pedro Ferrer. Más adelante coloco las fotos individuales de cada apóstol.

Fueron esculpidos en mármol blanco de Carrara a principios del siglo XVIII por los mejores escultores del momento. Todos miden cerca de cuatro metros y medio de alto.

La primera que se realizó fue la de san Pedro, y el papa Clemente XI pagó personalmente los 6.000 escudos de oro que costó su elaboración. Al ser obras tan grandes y elaboradas, cada una de ellas supuso el trabajo de varios años, por lo que los costes fueron altísimos. 

El papa pidió a grandes personalidades del momento que pagaran una de las esculturas: el rey de Portugal, el príncipe elector de Baviera y los cardenales miembros de las grandes familias romanas.

Hablemos de quiénes fueron los doce y su significado en la Iglesia primitiva.

Entre los discípulos que Jesús reunió a su alrededor, escogió a doce con una misión especial: «Instituyó a los doce, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, con poder de expulsar los demonios. Estos son los doce que instituyó...» (Mc 3,14). 

Jesús eligió a los doce a conciencia, y antes de hacerlo pasó toda la noche en oración (Lc 6,12-13). Provienen de distintos lugares y ambientes. Entre ellos se encuentran Bartolomé (Bar-Tolomeo; es decir, descendiente de Tolomeo, quizás en referencia a los griegos que dominaron sobre la zona desde el s. III a.C.), Mateo el publicano (es decir, colaboracionista con los romanos) y Simón el zelota (es decir, dispuesto a usar la violencia para expulsar a los romanos). Estas últimas eran las dos fuerzas más antagónicas del momento; así resultara evidente que Jesús pretendía la congregación de todos los israelitas en un único rebaño.

El evangelio dice que «instituyó a los doce». El verbo «instituir» es un término técnico, que se usaba para los embajadores, que recibían el encargo de representar a un soberano ante otros. En el Antiguo Testamento se usa la misma palabra para referirse a la institución de los sacerdotes (cf. 1Re 12,31; 13,33). 

El uso de ese término apunta a un acontecimiento único, que tuvo lugar en un momento concreto, al inicio de la actividad pública de Jesús. El sentido de esa acción quedó profundamente grabado en la mente de los creyentes, que se dieron cuenta de que era una acción profética de especial significación para Israel (un ôt). Por eso se detienen a contarlo en distintas ocasiones, incluyendo la lista de los doce. Recordemos sus nombres:

Simón, hijo de Jonás a quien Jesús puso el nombre de PEDRO. La escultura fue realizada por Pierre-Étienne Monnot entre 1704 y 1711.

ANDRÉS, su hermano. Escultura de Camillo Rusconi, realizada entre 1705 y 1709.

SANTIAGO EL MAYOR, hijo de Zebedeo. Obra de Camillo Rusconi, realizada entre 1715 y 1718.

JUAN, su hermano (el más joven del grupo). Escultura de Camillo Rusconi, entre1705 y 1711.

FELIPE de Betsaida. Escultura realizada por Giuseppe Mazzuoli, entre 1705 y 1711.

BARTOLOMÉ, también llamado Natanael de Caná. Obra realizada por Pierre Legros entre 1705 y 1712.

TOMÁS, llamado Dídimo o Mellizo. Escultura de Pierre Legros, realizada entre 1705 y 1711.

MATEO, el recaudador de impuestos, también llamado Leví. Escultura realizada por Camillo Rusconi  entre 1711 y 1715.

SANTIAGO EL MENOR, hijo de Alfeo. Escultura de Angelo De Rossi, realizada entre 1705 y 1711.

JUDAS TADEO. Obra realizada por Lorenzo Ottoni entre 1704 y 1709.

SIMÓN el Cananeo o Zelote. Escultura de Francesco Moratti, tallada entre 1704 y 1709.

JUDAS ISCARIOTE, hijo de Simón (el traidor). Este no está representado en la basílica romana de San Juan de Letrán. Tampoco MATÍAS, elegido en el puesto de Judas, cuando este se suicidó.

San PABLO, el apóstol de los gentiles. Esculpido por Pierre-Étienne Monnot entre 1704 y 1708.

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