Roma está llena de monumentos en su honor de san Pedro y de san Pablo: pinturas, mosaicos, esculturas y templos. Todo el mundo conoce la basílica de san Pedro en el Vaticano y la basílica de san Pablo extramuros, pero pocos conocen la singular basílica parroquial de san Pedro y san Pablo en el barrio EUR de Roma, que hoy les propongo. La atienden los frailes franciscanos conventuales.
La obra comenzó en 1939 siguiendo un proyecto del arquitecto Arnaldo Foschini, pero se interrumpió con la segunda guerra mundial y las obras se llevaron a término entre 1953 y 1955. El templo tiene forma de cruz griega con una gran cúpula central. Aquí tienen una vista exterior desde una esquina. Todo el exterior es de piedra travertina, como la mayoría de los monumentos de la Roma clásica.
En el interior, uno queda sobrecogido por las enormes dimensiones del edificio y de cada una de sus partes.
La cúpula desde el interior mide 32 metros de diámetro.
Detrás del altar mayor, en el ábside, hay una inmenso relieve en piedra que representa a Cristo triunfante, obra de Attilio Selva. Está rodeada por un mosaico, que representa el martirio y la glorificación de san Pedro y san Pablo y en la parte de abajo hay también un gran crucifijo de bronce, obra de Giuseppe Graziosi. Todo es tan grande, que es difícil fijarse en los detalles.
El brazo derecho de la planta recoge una capilla dedicada a san Francisco de Asís y al Sagrado Corazón de Jesús.
A la derecha e izquierda del altar mayor hay dos enormes ambones decorados con relieves en bronce, uno dedicado a san Pedro y otro a san Pablo.
La cúpula del baptisterio está recubierta de mosaicos dorados.
El ángel de bronce que remata la cúpula desde el exterior tiene en una mano las llaves (símbolo de san Pedro) y en la otra la espada (símbolo de san Pablo). Es obra del escultor Carmelo Abate.
Remate de la puerta de ingreso, del escultor Federico Papi.
Relieves externos: martirio de san Pablo.
Relieves externos: martirio de san Pedro.
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