Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

viernes, 16 de octubre de 2020

Bradi Barth y Cristo (pinturas)


Bradi Barth (1922-2007) nació en Suiza, aunque vivió en Bélgica desde los 26 años hasta su muerte. Fue maestra de niños y pintora de gran sensibilidad. Su arte brota de la fe y de la oración, por lo que refleja su profunda vida interior. 

Ella sabía que la belleza que salvará al mundo es Jesucristo y casi toda su obra lo representa a él: su vida y su obra. 

En el cuidado de los detalles refleja la influencia de los artistas flamencos del renacimiento, así como del beato Angélico. 

Pinta con mucha delicadeza las escenas del evangelio, reflejando al mismo tiempo la sencillez de la vida ordinaria y la grandeza de la salvación, que se hace presente en cada momento de la vida de Cristo. 

Domina el uso de los colores y los reflejos de la luz en sus cuadros. 

No solo representa los acontecimientos, sino su significado, por lo que –si se me permite la expresión– diría que su pintura es poesía, capaz de sugerir por medio de símbolos y colores lo que las palabras y las imágenes ordinarias no son capaces de transmitir: la presencia del Infinito en la cotidianidad, de la Gracia en la vida ordinaria. 

Pueden ver casi 300 obras suyas en este enlace, especialmente en el apartado “galería”. Aquí solo recojo una pequeña selección. La de arriba representa al buen Pastor, que busca a la oveja perdida.


Jesús perdido y hallado en el templo de Jerusalén a los 12 años.


Jesús adolescente, ayudando a san José en la carpintería de Nazaret.


Bautismo de Jesús en el río Jordán.


Jesús enseñando las bienaventuranzas.


Jesús camina sobre las aguas y salva a Pedro, que había dudado.


Crucifixión de Jesús en el árbol de la cruz.


Jesús glorificado después de su resurrección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario