Fray Luis de León (1527-1581), el gran humanista, poeta, filólogo, escritor y profesor de teología del siglo XVI preparó la edición príncipe de las obras de santa Teresa de Jesús, que se publicaron en 1588. Antepuso un largo prólogo, del que entresaco algunos párrafos:
Yo no conocí a la madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra, más ahora que vive en el cielo la conozco y la veo en dos imágenes vivas que nos dejó de sí, que son sus hijas y sus libros; que a mi juicio son testigos fieles de su gran virtud. Que como el Sabio dice, “el hombre en sus hijos se conoce”.
Porque los frutos que cada uno deja de sí cuando falta, esos son el verdadero testigo de su vida y por tal le tiene Cristo, cuando en el evangelio, para diferenciar el malo del bueno, nos remite solamente a sus frutos: “Por sus frutos los conoceréis”.
Dejados aparte otros muchos y grandes provechos que hallan los que leen estos libros, dos son a mi parecer los que con más eficacia hacen: Uno, facilitar en el ánimo de los lectores el camino de la virtud; y otro, encenderlos en el amor de ella y de Dios.
Dejados aparte otros muchos y grandes provechos que hallan los que leen estos libros, dos son a mi parecer los que con más eficacia hacen: Uno, facilitar en el ánimo de los lectores el camino de la virtud; y otro, encenderlos en el amor de ella y de Dios.
Porque en lo uno es cosa maravillosa ver cómo ponen a Dios delante de los ojos del alma, y cómo le muestran tan fácil para ser hallado y tan dulce y tan amigable para los que le hallan; y en lo otro, con cada una de sus palabras pega al alma fuego del cielo que le abrasa y deshace. Y déjanla tan alentada y ansiosa del bien que vuela luego a él con el deseo que hierve.
Que el ardor grande que en aquel pecho santo vivía salió como pegado en sus palabras, de manera que levantan llama por dondequiera que pasan.
Así que tornando al principio, si no la vi mientras estuvo en la tierra, ahora la veo en sus libros e hijas, que son retrato vivo suyo...
Así que tornando al principio, si no la vi mientras estuvo en la tierra, ahora la veo en sus libros e hijas, que son retrato vivo suyo...
En Madrid, a 15 de septiembre de 1587.
De modo que ya lo saben: si quieren conocer a santa Teresa de Jesús, lean sus obras y frecuenten a las carmelitas descalzas. Feliz día a todos.
De modo que ya lo saben: si quieren conocer a santa Teresa de Jesús, lean sus obras y frecuenten a las carmelitas descalzas. Feliz día a todos.
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