El 3 de febrero se celebra la fiesta de san Blas, que fue médico y obispo armenio de Sebaste a finales del siglo III. Cuenta la tradición que, cuando le llevaban al martirio, se le acercó una mujer con su hijo moribundo a causa de una espina que se la había clavado en la garganta, pidiéndole que rezara por él. Como el niño se sanó, san Blas es el especial protector de los enfermos de garganta. También es el santo patrón de Paraguay y de numerosos pueblos y ciudades en Europa y América.
En muchos lugares, hoy se realiza la bendición de san Blas con dos velas cruzadas, que se ponen en la garganta de los fieles, especialmente en las de los niños. De hecho, cuando se atragantan, se dice: "San Blas bendito, ten piedad, que se ahoga este angelito". En otros sitios se bendicen los panecillos, rosquillas y tortas de san Blas.
El refranero conserva muchos dichos referidos al santo, ya que es tiempo de siembras y de podas e injertos en los árboles frutales:
"Por san Blas, una hora más" (ya que empiezan a alargar los días en el hemisferio Norte).
"Por san Blas, si ya no lo has sembrado, siembra tu ajar".
"Por san Blas, planta higos y comerás".
"Por san Blas empieza a podar la viña y el rosal".
"Si hiela por san Blas, treinta días más (de invierno)".
"Por san Blas la cigüeña verás, y si no la vieres: año de nieves".
El último se refiere a que las cigüeñas regresan por estos días desde África hacia España, anunciando que se acerca el buen tiempo. Aunque, con el cambio climático, hace años que andan confundidas, regresando antes de tiempo o incluso quedándose aquí durante el invierno.
La foto de arriba es de mi pueblo, justo enfrente de la casa donde nací. Así se veía el nido en la espadaña del antiguo hospital desde la ventana de la cocina.
El último se refiere a que las cigüeñas regresan por estos días desde África hacia España, anunciando que se acerca el buen tiempo. Aunque, con el cambio climático, hace años que andan confundidas, regresando antes de tiempo o incluso quedándose aquí durante el invierno.
La foto de arriba es de mi pueblo, justo enfrente de la casa donde nací. Así se veía el nido en la espadaña del antiguo hospital desde la ventana de la cocina.
Como por estas fechas, además de regresar las cigüeñas, salían de su hibernación los osos y las marmotas (aunque en nuestros días, muchos animales andan tan confundidos como las personas), en Estados Unidos celebran el "día de la marmota", buscando interpretar por su comportamiento si se termina pronto el invierno o si se alargarán los días de frío.
Oración: Padre celestial, escucha las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Recordando hoy a San Blas, que supo amar a Dios y a los hermanos hasta dar su vida en testimonio de la fe, pidamos a nuestro Padre celestial que escuche la oración de su Iglesia:
- Por toda la Iglesia: para que sea siempre fiel a Dios, proclame
con valentía el evangelio, y busque el bien de los hombres.
Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes: Para que busquen el bien común y promuevan la concordia, la justicia y el bienestar de todos. Roguemos al Señor.
- Por la paz entre nosotros y en el mundo entero: Para que desaparezcan las guerras y los actos de violencia, contrarios a la dignidad humana y a los derechos inviolables de todos los hombres y mujeres de la tierra. Roguemos al Señor.
- Por las familias que más sufren: Para que, con la gracia de Dios, superen las dificultades y cada día crezcan en el amor y en la entrega mutua. Roguemos al Señor.
- Por todos los que nos encomendamos a la intercesión de San Blas: Para que al invocarlo seamos bendecidos por Dios con la salud física y espiritual y con toda clase de bienes. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios de bondad, nuestras súplicas, y por intercesión de tu mártir San Blas, concédenos con bondad cuanto te hemos pedido.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración: Padre celestial, escucha las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Recordando hoy a San Blas, que supo amar a Dios y a los hermanos hasta dar su vida en testimonio de la fe, pidamos a nuestro Padre celestial que escuche la oración de su Iglesia:
- Por toda la Iglesia: para que sea siempre fiel a Dios, proclame
con valentía el evangelio, y busque el bien de los hombres.
Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes: Para que busquen el bien común y promuevan la concordia, la justicia y el bienestar de todos. Roguemos al Señor.
- Por la paz entre nosotros y en el mundo entero: Para que desaparezcan las guerras y los actos de violencia, contrarios a la dignidad humana y a los derechos inviolables de todos los hombres y mujeres de la tierra. Roguemos al Señor.
- Por las familias que más sufren: Para que, con la gracia de Dios, superen las dificultades y cada día crezcan en el amor y en la entrega mutua. Roguemos al Señor.
- Por todos los que nos encomendamos a la intercesión de San Blas: Para que al invocarlo seamos bendecidos por Dios con la salud física y espiritual y con toda clase de bienes. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios de bondad, nuestras súplicas, y por intercesión de tu mártir San Blas, concédenos con bondad cuanto te hemos pedido.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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