Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

sábado, 21 de noviembre de 2020

Material para la fiesta de Jesucristo, Rey del universo


Con la fiesta de Jesucristo, Rey del universo, concluye el año litúrgico. Todas nuestras celebraciones se resumen en esta: creemos en un rey que en su encarnación se hizo pobre para enriquecernos, que en su resurrección ha vencido al pecado y a la muerte, y que un día llevará a plenitud su obra de salvación, secando las lágrimas de nuestros ojos y haciéndonos partícipes de su vida gloriosa en su reino. Con esta dulce esperanza, queremos colaborar con él para establecer en el mundo su reino: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz.

Pueden ver las entradas que he dedicado a esta fiesta los años anteriores en estos enlaces:

Cristo Rey, historia y liturgia. La actual colocación de la fiesta subraya la esperanza escatológica del reinado de Cristo, que es el tema dominante de los domingos anteriores (últimos del año litúrgico) y posteriores (primeros de Adviento del año siguiente). De alguna manera, el final y el inicio del año litúrgico coinciden en sus contenidos y esta fiesta es el broche que los une.

Cristo Rey (ciclo "a"). Aquí hago un repaso a todo el año litúrgico y al sentido de esta fiesta como conclusión del mismo. En el evangelio de la misa de este año se leen las palabras de Jesús: «Venid, benditos de mi Padre, y heredad el Reino preparado para vosotros  desde antes de la creación del mundo». Este es el mensaje central de la liturgia del  día: Dios tiene un proyecto eterno sobre nosotros, un proyecto previo a la creación del mundo, un maravilloso proyecto de amor. Hemos sido creados para heredar su  Reino, para participar de su misma vida, para heredar una bendición.

Cristo Rey (ciclo "b"). Aquí recuerdo que Jesús muestra su poder en la debilidad y el servicio, ya que el evangelio del día dice que Jesús manifiesta su realeza durante el juicio ante Pilato y en el momento de la crucifixión. Añado una cita de santa Teresa de Jesús: «Rey sois, Dios mío, sin fin, que no es reino prestado el que tenéis. Cuando en el Credo se dice: “Vuestro reino no tiene fin”, casi siempre me es particular regalo. Aláboos, Señor, y bendígoos para siempre; en fin, vuestro reino durará para siempre».

Cristo Rey (ciclo "c"). Donde hablo de esa misteriosa realeza que se manifestó en su pasión y cruz, teniendo una caña por cetro, una corona de espinas, unos trapos por manto y una cruz por trono. Este es nuestro rey, que se convierte en nuestro siervo, lava nuestros pies, perdona nuestros pecados y se ofrece a la muerte para que nosotros tengamos vida. 

Jesucristo rey del universo. Una vez más les recuerdo que Cristo manifiesta su poder en el servicio hasta dar la vida por nosotros. Por eso, en el nombre de Jesús se puede morir, pero no matar ni justificar ningún crimen. En esa entrada añado un texto de Dostoievski que nos ayuda a reflexionar en este día: "No bajaste de la cruz, porque no quisiste hacer esclavos a los hombres por medio de un milagro, porque deseabas un amor libre y no el que brota del milagro. Tenías sed de amor voluntario, no de encanto servil ante el poder, que de una vez para siempre inspira temor a los esclavos".

Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. El "buen ladrón" sabe que no merece la salvación, pero se atreve a pedírsela a Cristo. Y Jesús le consuela con este dulce anuncio: "Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso".

Venid, benditos de mi Padre, y heredad el Reino... Jesús es el buen Pastor, que nos dice que hoy está presente en los hambrientos y enfermos, en cada persona que sufre y que necesita de mi ayuda. San Juan de la Cruz nos recuerda que "A la tarde de la vida seremos examinados en el amor".

Canto en honor de Cristo Rey. Del grupo mexicano "Jésed" en honor de Cristo Rey: "¡Oh Señor, Dios eterno!, ¡oh Dios santísimo! Eres nuestro rey y libertador, el Santo de Israel. Ante ti nos postramos y tu nombre adoramos, poderoso juez, invencible, altísimo Señor..."

Canto en honor de Cristo Rey. "Te amo, Rey, y levanto mi voz para adorar y gozarme en ti". Y prefacio de la fiesta: "Te damos gracias, Padre santo, porque consagraste sacerdote eterno y rey del universo a tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, ungiéndolo con óleo de alegría..."

Cristus vincit. Canta el coro gregoriano de la universidad de Estrasburgo. El canto más tradicional para esta fiesta

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